La abuela no descansa

Leticia García siempre ha hecho actividad física. Practicó natación, danza, entre muchas otras. Pero fue hace casi un decenio cuando se decidió a correr. Aunque durante años participó en carreras de 5, 10 y 21 kilómetros, recién a los 60 años se atrevió a enfrentar un maratón.

Este año corrió el Maratón de Santiago, prueba por la que se preparó durante meses. Junto a los EO Runners, el club de la ex fondista y actual diputada Érika Olivera, trabajó incansablemente para tener una buena performance en los 42k capitalinos, donde finalmente fue segunda en su categoría, en 4 horas, 6 minutos y 15 segundos.

“Pese a la edad, siempre puedes seguir mejorando. Eso es lo que más me apasiona de este deporte. Obviamente, estas mejorías son leves, pero con harto esfuerzo y trabajo van apareciendo”, asegura.

Pero para esta tecnóloga médica, el correr no solo tiene un sentido deportivo. También ve en aquella actividad un ejercicio constante de reconocimiento personal, porque es en aquel momento del día, dice, donde más aprende sobre sus debilidades y fortalezas.

Su última gran prueba fueron los 21 kilómetros del Maratón de Viña del Mar. Allí, corrió en 1 hora 50’54”, consiguiendo el primer puesto en su categoría. “Ahora me estoy preparando para el Maratón de Bostón”, cuenta, entusiasta y desafiante.

Para Leticia, el correr ha sido un renacer. Sus nuevas aventuras, a una edad en el que muchos creen que comienza el ocaso, son ahora su gran motor. “Y lo mejor es que mis cuatro hijos, mis cuatro nietos y mi pareja me apoyan”, se conforta. Leticia no descansa.