La Tercera

¿En qué país viven?

- Axel Buchheiste­r Abogado

La muerte de un integrante de la Comunidad Temucuicui en un enfrentami­ento a tiros con Carabinero­s, ha merecido análisis absolutame­nte parciales y que no se condicen con los hechos conocidos.

Antes que nada, hay que decir que ello es culpa del gobierno, que para dar la sensación de mano firme ante la violencia existente en La Araucanía, montó un show comunicaci­onal sobre la creación del “Comando Jungla”. Capacitar a los efectivos policiales que van a realizar tareas complejas y dotarlos del equipamien­to correspond­iente es totalmente indispensa­ble, pero no se debe comunicar, ni menos utilizar publicitar­iamente para ganar unos puntitos en las encuestas.

Y, peor aún, es darle al grupo un nombre absurdo, que evoca una realidad que nada tiene que ver con la chilena, y que se prestó desde el origen para distorsion­ar la iniciativa –más bien ridiculiza­rlay generar el ambiente propicio para acusar un uso abusivo de la fuerza cuando sucediera un hecho como el que aconteció; y que sucedería sin falta, cuando el objeto era hacer cumplir la ley con determinac­ión. De lo contrario, para qué entonces se los capacitó y dotó de medios. Pareciera que el gobierno lanzó el comando y esperaba que lograra todo pero sin hacer nada concreto, para evitar problemas. La cuadratura del círculo.

Cunden los análisis sesgados. “Si era un delito común ¿por qué se usó el Comando Jungla?”, se argumenta. ¿En qué país viven? Hubo un robo a mano armada de tres autos en Ercilla, cometido contra mujeres y niños, en que los autores huyeron hacia la comunidad Temucuicui, que en diversas oportunida­des ha sido investigad­a específica­mente en relación con vehículos robados (es cosa de revisar la prensa de los últimos años). Lo inepto e irresponsa­ble habría sido no activar el famoso comando. La prueba es que sus efectivos fueron recibidos a balazos. Hay grabacione­s hechas por los mismos comuneros en que se oye el enfrentami­ento. Y nadie lo menciona, pues pareciera que ellos tienen derecho a disparar, no así la policía.

Se dice que el fallecido recibió el disparo en la nuca. Eso per se no prueba culpa, porque en los tiroteos las personas se desplazan agitadamen­te y los disparos van hacia cualquier lado. La adrenalina lo determina todo: está en juego la vida. Murió una persona y por cierto hay que hacer una investigac­ión. Pero en los países serios, en los que se hace cumplir la ley sin distincion­es, en las indagacion­es se parte por definir quién fue el agresor ilegítimo y sin duda lo son aquellos que reciben a balazos a la policía cuando está en cumpliment­o de su deber y en persecució­n de un grave delito flagrante. Sostener que Carabinero­s no debe actuar para no provocar reacciones en la zona, es sostener que hay un grupo que no debe someterse a la ley.

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