Gana la sangre maorí
La selección reservada para jugadores de la etnia local neozelandesa aplastó a Chile por 73-0 y aunque no es un resultado sorpresivo, los Cóndores aseguran que esperaban un score más ajustado.
El estadio San Carlos de Apoquindo dejó, por una tarde, el fútbol de lado. Las graderías dieron paso al rugby, que en Chile es amateur, pero que aspira al profesionalismo. Y como un paso hacia allá, la Selección se enfrentó a una potencia mundial. Los Maori All Blacks, la selección étnica y secundaria de Nueva Zelanda, fue el termómetro de los Cóndores. Los oceánicos se impusieron 0-73.
Antes del juego, representantes de Rapa Nui hicieron una tradicional bienvenida a la visita, tras lo cual los MAB hicieron su haka.
En cancha, las diferencias se vieron de inmediato. A los cuatro minutos se rompió el cero gracias a un try de Bryn Hall. Un pase de Akira Ioane lo dejó solo para correr ante la impotente marca chilena. La conversión la capitalizó Otere Black.
Minutos después fueron Reed Prinsep, empujado por un scrum cerca de la línea chilena, y Mitch Harpik quienes pusieron los tries. Ambos convertidos por Black.
Chile se veía inferior a los neozelandeses y aunque con más ganas que buen juego pudieron acercarse al ingoal visitante, igualmente no conseguían marcar. El público, en tanto, elevaba los ceacheís buscando respuesta en sus jugadores.
A los 32’, Hall volvió a marcar un apoyo y Black otra vez que lo convertía. Seis minutos más tarde sería Ioane quien ampliaría y, otra vez, la conversión que aumentaba las cifras. Así, 0-35 se fueron al descanso.
La potencia física era mayor en los Maorí All Blacks, casi todos los scrum eran para ellos. Al segundo tiempo, los Cóndores salieron más ofensivos y se acercaban gracias al escurridizo Marcelo Torrealba, pero siempre eran tacleados cuando se acercaban a la línea final visitante.
La gente, muy respetuosa, solo reprobó con pifias una acción de Akira Ioane, que se encaró con los chilenos luego de una jugada que terminó con Franco Velarde tacleado en el suelo. Fue el mejor momento de los Cóndores, pero cuando el marcador ya era 0-42.
Chile tuvo una oportunidad clara para descontar, pero la patada de Santiago Videla no entró por los postes. En los neozelandeses, el descontrol de Ioane lo llevó a hacer faltas y hasta empujar a los nacionales en una actitud incomprensible, y nuevamente pifiada, pues el juego no estaba así de caliente.
Minutos más tarde fue nuevamente Videla quien tuvo la oportunidad en una patada, pero esta vez la pelota chocó en un poste. En la jugada siguiente, los All Blacks agradandaron su ventaja con el try de Sam Nock que convirtió Black para ponerse 0-49. El mismo Nock apoyó la pelota para dejar 0-54, otro apoyo de Karpik y uno final de Hemopo, cerraron las cifras.
El cóndor Tomás Ianiszewski analizó el juego: “Es espectacular, jugar acá con tanta gente es una experiencia única ante un equipo de nivel mundial. Estos partidos con tanta gente nos dan la experiencia de dónde queremos ir”.
Por su parte, Felipe Brangier manifestó: “El resultado pasa a segundo plano. No cumplimos con nuestras expectativas de resultado pero sabíamos que no era lo que importaba”. ●
“Fue el mejor país en este deporte versus una realidad amateur”. FELIPE BRANGIER JUGADOR DE CHILE
“Es difícil comparar, porque en Chile el rugby no es el primer deporte”. ASH DIXON CAPITÁN DE LOS M.A.B.