La Tercera

La Universida­d del Pacífico pone en duda su continuida­d

El Mineduc inició una investigac­ión al plantel, por la grave crisis económica que enfrenta. Estudiante­s critican la falta de informació­n del directorio.

- Carlos Said

12

Una nueva crisis está viviendo la educación superior, esta vez con la Universida­d del Pacífico, cuya falta de recursos tiene al plantel al borde del cierre y a los estudiante­s en la angustia e incertidum­bre, pues estaban a días de cerrar el año y ahora ni siquiera saben qué pasará con ellos en marzo.

El problema estalló ayer, cuando los alumnos se tomaron la sede de Las Condes, como última medida por la falta de informació­n en que la rectoría tenía a las 2.648 personas matriculad­as a inicios de año. Pero al mediodía, en una reunión entre los jóvenes y el presidente del directorio, Pablo Ortúzar, se les confirmó que los problemas son graves y que no existe seguridad de que el plantel siga operando, después de 42 años de historia.

“No es posible garantizar totalmente un adecuado financiami­ento para continuar el proyecto académico 2019. Sin embargo, se continuará­n los esfuerzos necesarios para lograr este objetivo”, informó el directorio.

La crisis económica estaría dada porque un inversioni­sta colombiano no cumplió con inyectar recursos a la institució­n, como quedó establecid­o en una escritura pública, debido a que la universida­d no logró acreditar su calidad. De hecho, actualment­e el plantel busca conseguir esa certificac­ión.

Por todo ello, el directorio les informó a los estudiante­s que hoy le enviarán al Ministerio de Educación un plan de acción, sometiendo “a la considerac­ión de ellos la apertura de matrícula para los alumnos antiguos”.

Y el vocero de la toma, Sebastián Calderón, explica que se les aseguró que “no se abrirá la matrícula para alumnos nuevos hasta que el ministerio lo permita”, por lo que, en el fondo, “dejaron en manos del Mineduc esa decisión”. En tanto, el ministerio solo informó que inició una investigac­ión financiera del plantel.

Entre los estudiante­s y académicos había total confusión por la falta de informa- ción, al punto que los jóvenes tuvieron que votar dos veces si continuar con la toma, la que finalmente depusieron para cerrar el semestre. Pero según lo que se les ha informado, debido a la falta de recursos, la universida­d tendría dos caminos: iniciar un proceso de cierre o buscar una fusión con otro plantel.

En un limbo

Si bien la comunidad universita­ria no tenía informació­n clara, sí vio “señales” que indicaban la grave situación de la casa de estudios. Por ejemplo, los estudiante­s cuentan que ante la renuncia de profesores, la universida­d juntó algunos cursos o incluso reemplazó los vacíos de la malla curricular con talleres, como clases de zumba.

También afirman que el casino no tenía comida, porque no se le pagó a la empresa, y que para buscar recursos abrió la venta de almuerzos a oficinista­s de empresas externas, por lo que los alumnos no tenían dónde comer. Igualmente, había problemas de suministro en los baños y disminuyó cada vez más la presencia de estudiante­s en el día a día.

Los problemas se reflejan también en la constante baja de matrículas, pues el plantel perdió la mitad de sus estudiante­s en cinco años, y en los estados financiero­s: el año pasado cerró con $ 1.583 millones de pérdida.

Javiera Hube, estudiante de cuarto año de Psicología, cuenta que se enteró cómo “algunos jefes de carrera aconsejaro­n a los alumnos de primero y segundo año que abandonen la universida­d y convaliden sus carreras, lo que quería decir que la universida­d se estaba yendo a un hoyo”.

Incluso, dice que ayer llegaron a la toma algunos exalumnos, egresados cuando el plantel sí estaba acreditado, y les dijeron que no han encontrado trabajo. “Esta es una situación crítica, estamos en un limbo que no sabemos cuándo terminará”, se lamenta, y llama a que el Mineduc “nos ayude a que nos entreguen informació­n verídica”.

“El dueño de la universida­d se dio a la fuga y no ha querido dar la cara. Nadie ha comunicado nada. Los funcionari­os renunciaro­n, las clases se suspendier­on. Y esto ocurre justo cuando el 30 de noviembre se cerraban las clases”, dice otra alumna.

Otra preocupaci­ón de los jóvenes era la situación en que quedarían sus compañeros de Melipilla, donde está la otra sede de la Universida­d del Pacífico, pues el traslado de ellos en caso de cierre sería mucho más complicado.

Los problemas de esta institució­n se suman a las recientes crisis que sufrieron las universida­des Iberoameri­cana, Ucinf y Arcis, que fueron cerradas y que están dentro de una veintena de universida­des que han dejado de funcionar en las últimas tres décadas.

 ??  ?? ► El plantel perdió el 49% de su matrícula en cinco años. A inicios de 2018 contaba con 2.648 estudiante­s.
► El plantel perdió el 49% de su matrícula en cinco años. A inicios de 2018 contaba con 2.648 estudiante­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile