CAÍDA EN ÍNDICE DE VICTIMIZACIÓN
Es alentador que menos hogares hayan sido víctimas de delitos, pero es un signo de alerta que aumente el robo con violencia.
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El estudio de Paz Ciudadana GfK Adimark sobre victimización entregó señales algo más esperanzadoras en el combate a la delincuencia, ya que de acuerdo con el índice el porcentaje de hogares victimizados cayó desde 39,5% (septiembre 2017) a 36,4% en septiembre de este año, una reducción estadísticamente relevante y que marca un quiebre respecto de los resultados de los tres años previos, en que se había observado un estancamiento. Otra materia que resultó igualmente auspiciosa es que el porcentaje de personas que sienten un alto temor a la delincuencia cayó seis puntos (a 10,4%), el nivel más bajo desde que hay registros de esta encuesta.
Las percepciones de la ciudadanía sobre la delincuencia pueden cambiar abruptamente, y un somero vistazo a la evolución del índice de Paz Ciudadana desde el año 2000 comprueba lo oscilante de éste (en octubre 2014 escaló a 43,5%). De allí que resulte precipitado dar por hecho que la población se siente ahora mucho más segura o que la delincuencia está en franco retroceso. Sin embargo, en la medida que hay menos hogares victimizados es también esperable una cierta correlación con un menor nivel de temor, lo que debe ser observado con interés, en especial si se considera que esta última variable alcanzó su punto cúlmine en 2015, con 21%.
Puesto que en el último tiempo no hay grandes medidas estructurales que se hayan adoptado en relación al combate contra la delincuencia -sin perjuicio de que forma parte de los compromisos de campaña del actual gobierno-, cabría analizar si detrás de estas mejores cifras hay un trabajo de prevención más eficiente. Un mejor entendimiento del fenómeno es relevante, porque muchas veces se coloca un excesivo énfasis en medidas punitivas, en circunstancias que las medidas preventivas podrían ser mucho más efectivas para desincentivar el delito, sin perjuicio de que las penas asociadas a algunos ilícitos requieren ser actualizadas.
El estudio de Paz Ciudadana arroja otras cifras que también deben ser examinadas con atención. Una de ellas es el aumento significativo de los delitos de robo con violencia, lo que ciertamente debe ser un llamado de alerta, porque si bien su ocurrencia afecta sólo a una fracción de la ciudadanía, exponen a las víctimas a un alto nivel de peligrosidad.
Un dato positivo como es el hecho de que más personas se han visto motivadas a denunciar los delitos de que han sido víctimas -61% de los afectados declara haberlo hecho, contra el 55% de hace un año-, contrasta en cambio con la baja efectividad que la mayoría percibe sobre el trabajo de la Fiscalía, pues apenas el 17% manifiesta haber quedado satisfecho con la actuación del Ministerio Público una vez hecha la denuncia. El porcentaje de insatisfacción subió a 78%, contra el 65% registrado en septiembre de 2017. Es un resultado preocupante, que lleva a preguntarse por la eficacia del sistema judicial. En lo que toca a Carabineros, el 41% declara estar satisfecho, y un 43% insatisfecho, sin variaciones estadísticas relevantes. Luego de la crisis de confianza que pesa sobre la institución a raíz de una serie de escándalos -desfalco millonario, casos Huracán y Catrillanca- no es descartable que el porcentaje de insatisfacción se pueda incrementar, lo que sin duda sería especialmente negativo.