Caso Catrillanca: tribunal dicta prisión de cuatro excarabineros
Según el Ministerio Público, no hubo disparos hacia los carabineros antes de que estos abrieran fuego hacia el comunero. Los cuatro expolicías quedaron en prisión preventiva.
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Fue a las 16.59 del día 14 de noviembre cuando la Central de Comunicaciones de Carabineros (Cenco) recibió el llamado desde el helicóptero que sobrevolaba la comunidad Temucuicui: “Equipo beta informa que los individuos al ver al personal, estos se dieron a la fuga. Los funcionarios dieron fuego al vehículo, manteniendo un lesionado al lugar”.
El “equipo beta” era la patrulla del Gope que asumió el operativo; “el fuego al vehículo”, los disparos que desconocidos habrían realizado contra los carabineros; y el lesionado era Camilo Catrillanca (24), quien falleció minutos más tarde. El deceso generó una serie de cuestionamientos al actuar policial, y lo que se descubrió con posterioridad llevó a la salida del intendente de La Araucanía, Luis Mayol, y a la baja de seis carabineros, incluyendo un general.
Pasaron 16 días desde lo ocurrido y ayer la fiscalía formalizó a los cuatro carabineros del Gope que participaron del operativo. Los cabos Patricio Sepúlveda y Braulio Valenzuela enfrentaron cargos por obstrucción a la investigación, lo mismo que enfrentaron los sargentos Carlos Alarcón y Raúl Ávila. Estos dos últimos también fueron imputados por el delito de homicidio y homicidio frustrado. A Ávila, además, se le atribuyó destrucción de evidencia.
Durante la audiencia, los fiscales de La Araucanía exhibieron videos del operativo, audios, y leyeron las declaraciones de los imputados, asegurando con esta evidencia que no hubo un enfrentamiento que justificara que los policías realizaran disparos, y que todos mintieron en su primera declaración ante el Ministerio Público.
Además, la fiscalía sostuvo que hubo intención de asesinar al comunero, como también al menor de 15 años que acompañaba a Catrillanca.
El homicidio
A las 16.50 de la tarde de ese 14 de noviembre, los carabineros vieron por primera vez, de frente, al tractor azul que trasladaba a Catrillanca y al menor de 15 años. Los policías habían ingresado a la comunidad en busca de los asaltantes que minutos antes habían robado tres vehículos a unas profesoras de Ercilla.
“Al percatarse de la presencia policial, el conductor del tractor (Catrillanca) giró y condujo en sentido contrario a los funcionarios del Gope. Sin que mediara ninguna circunstancia o acción que lo justificara, los imputados Carlos Alarcón y Raúl Ávila utilizaron sus fusiles M4, dotados con munición 5.56 milímetros, para disparar en varias oportunidades, por la espalda, en contra del tractor y sus ocupantes”, relató el fiscal Roberto Garrido al tribunal.
El persecutor agregó que del total de disparos realizados por ambos policías, el que causó la muerte de Catrillanca fue el percutado por el sargento Alarcón. Además, se estableció que fue un tiro directo, descartando así la tesis de un rebote.
Las certezas de la fiscalía, en cuanto al homicidio, llevaron a que Garrido indicara al tribunal que “los disparos efectuados por ambos imputados tenían la aptitud suficiente, derivada tanto de la cantidad de estos, como de las características específicas de las armas y su munición, para provocar la muerte del menor M.A.P.C., resultado que no se materializó por causas ajenas a su voluntad”.
Alexander Schneider, abogado defensor de los exuniformados, cuestionó la versión entregada por la fiscalía. “Falta la parte científica para entender el peritaje balístico. Se trata solo de la declaración del perito, no del informe. Nos vamos a encargar de demostrar que ellos fueron atacados, emboscados”, indicó.
El abogado agregó que exis-
tió una legítima defensa por parte de los uniformados, pues “estaban en la zona más compleja del país para realizar un operativo”.
La obstrucción
La fiscalía también formalizó la arista por obstrucción, donde se indaga por qué los funcionarios habrían mentido en su primera declaración, al indicar que ninguno de ellos portaba una cámara de grabación cuando ocurrieron los hechos. Esto se demostró falso, luego de que imágenes posteriores a los disparos, obtenidas de las cámaras de los carabineros que llegaron a la comunidad minutos después, revelaron que el sargento Ávila tenía una cámara GoPro en su casco.
En esta misma línea, el Ministerio Público afirmó que el hecho de que hayan dicho haber sido víctimas de disparos también sería falso, ya que según los registros de Cenco, una hora después de la muerte de Catrillanca se reportaron los primeros disparos contra los efectivos.
La audiencia no estuvo exenta de algunas situaciones de tensión. La madre de Camilo Catrillanca sufrió una descompensación, que obligó a suspender la instancia por algunos minutos. Marcelo Catrillanca, padre de la víctima, sostuvo que “son imágenes y relatos muy fuertes. Además, las personas que están representando al gobierno deben salir del caso, ellos también son responsables”.
El abogado querellante por parte del gobierno, Luis Hermosilla, en tanto, aseguró que “no es aceptable que Carabineros oculte evidencia y omita circunstancias, esto afecta a las víctimas e institucionalidad del país”.
Luego de más de diez horas de audiencia, finalmente la jueza Sandra Nahuelcura acogió la solicitud de querellantes y la fiscalía, y decretó la prisión preventiva para todos los imputados. En el caso de Alarcón y Ávila por ser un peligro para la sociedad, y Sepúlveda y Valenzuela por ser un riesgo para la investigación.