LEY DE IGUALDAD DE GÉNERO
SEÑOR DIRECTOR
El tiempo nos enseña, como individuos y como sociedad, que vamos avanzando.
Crecí en los ochentas cuando la palabra trans no existía, en la soledad de sentir que a nadie más le pasaba lo mismo y con miedo al rechazo de que se llegaran a enterar de mi secreto; en mi adolescencia descubrí que existían las travestis, empujadas a la calle por una sociedad que prefería negar su existencia y marginarlas con estereotipos que impedían ver su humanidad; me pude ver en ellas, pero su realidad era tan dura que preferí negarlo; y fue ya de adulta que descubrí que existíamos las personas trans. Pude entender mejor las cosas, entenderme y encontrar las fuerzas para enfrentar al mundo y salir del clóset.
Muchas y muchos nos atrevimos y salimos a enfrentar prejuicios con nuestras historias para lograr esos cambios que tanta falta nos hicieron mientras crecíamos; desde la humildad, sinceridad y autenticidad logramos derribar barreras, despertar conciencias, abrir mentes y cambiar corazones.
La promulgación de la Ley de Identidad de Género es un gran triunfo que le debemos a las travestis que con valor enfrentaron a una sociedad que las marginaba, a las madres y padres que se atrevieron a apoyar a sus hijos trans y se sumaron a la lucha para que tengan un futuro mejor, a toda la comunidad trans por su fuerza y resiliencia, y también, sin duda, a toda una sociedad que se atrevió a ver humanidad antes que prejuicios, rechazó a los líderes que buscan diferencias para polarizar y se sumó a quienes buscamos puntos en común para construir.
Este es un gran paso en la dirección correcta, con orgullo por lo que hemos logrado, sigamos avanzando.
Alessia Injoque
Directora Fundación Iguales