Los rostros clásicos de la televisión que dieron la partida

Juan Guillermo Vivado es una voz autorizada para analizar el devenir de la Teletón en estos últimos 40 años. El exconductor de televisión y hoy concejal de Ñuñoa fue uno de los rostros ancla desde la primera versión de la campaña, realizada en diciembre de 1978 en el Teatro Casino Las Vegas y bajo el lema “Logremos el milagro”. Anoche, a cuatro décadas de esa meta cumplida, Vivado y otros históricos de la cruzada fueron reconocidos en la obertura de una Teletón que busca conciliar su pasado con su futuro. Junto a él, otras figuras que fueron distinguidas por Don Francisco sobre el escenario del Teatro Teletón, fueron Julio Videla, Juan La Rivera y Pablo Aguilera, otros tres nombres emblemáticos de las comunicaciones, conductores de la radio y la televisión chilena, y que han sido parte de la campaña en diversas ocasiones y a lo largo de distintas épocas.

“La idea surgió casi como un saludo, una presencia en apoyo a los 40 años de la Teletón. Reconocer a personas que estuvimos desde el primer día y que ahora, por no estar en la industria, naturalmente no animamos los bloques”, comenta el también abogado, que desde los 70 hasta fines de los 90 condujo espacios informativos como 525 líneas y de espectáculos y conversación como Aquí, Hotel O’Higgins y Noche de ronda.

“Cuando partimos la Teletón éramos tres animadores representando a los canales más importantes: Mario [Kreutzberger] en el 13, Antonio Vodanovic por el 7 y yo por el 11. Así estuvimos los primeros años”, recuerda, y agrega que el gran triunfo de la campaña es haber conseguido instalarse más allá del espectáculo televisivo. “Antes era un evento organizado por la televisión para que el chileno adhiriera. En 40 años se logró que pasara a ser patrimonio del pueblo de Chile”.

Más allá de su reaparición de anoche, Vivado es crítico con el presente de la pantalla. “Estoy muy satisfecho y agradecido de todo lo que hice en televisión. Hay programas que se mantienen hasta hoy, como Informe especial, que partió conmigo. Las comunicaciones son parte de mi ADN y no puedo decir ‘nunca más’, pero no es algo que me quite el sueño. Se ha privilegiado la entretención y los programas con contenidos están un poco dejados de lado. A mí no me gusta la TV que se inmiscuye en la vida privada y que explota la morbosidad”, cierra.b