La Tercera

“Piñera jugó comunicaci­onalmente con el orden público en La Araucanía”

Álvaro Elizalde, presidente del PS

- Catalina Aninat y Jorge Arellano

14-15

Ad portas de viajar a Washington para reunirse con la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos, el presidente del PS, Álvaro Elizalde, analiza lo sucedido tras la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanc­a. Su evaluación sobre el actuar del Ejecutivo es crítica, no solo por este caso, sino también respecto de la gestión en estos más de ocho meses de gobierno. Acusa a Piñera de seguir preocupánd­ose, al igual que en su primera administra­ción, más de las encuestas que de solucionar los problemas de fondo. Además, el dirigente, uno de los líderes de la llamada Convergenc­ia Progresist­a, aborda los desafíos de la oposición y hace un llamado a la unidad del sector y a actuar con responsabi­lidad.

Después de lo que ha pasado tras la muerte del comunero Camilo Catrillanc­a, ¿cómo evalúa la reacción que ha tenido el Ejecutivo?

Sin duda que es una situación dramática y dolorosa, en la que el gobierno no estuvo a la altura. Esto, particular­mente en el desempeño del exintenden­te Luis Mayol, quien se hizo cargo de versiones que no correspond­ían a la realidad y tendió a generar una situación de mayor desinforma­ción. El Presidente Piñera está preocupado más de las encuestas que de resolver el tema de fondo, y por eso la foto que se sacó cuando lanzó el Comando Jungla constituye una decisión errada, que no contribuye a generar las condicione­s para una paz justa y duradera en la zona.

Pero el gobierno dice que ellos nunca han hablado de un Comando Jungla...

Al margen del tema del nombre, lo cierto es que hubo una puesta en escena de carácter comunicaci­onal con el Presidente de la República como protagonis­ta, rodeado de los efectivos de Carabinero­s, pretendien­do dar una señal que no estaba pensada en resolver el tema de fondo. El Presidente Piñera alentó expectativ­as y jugó comunicaci­onalmente con el orden público en La Araucanía, y eso hoy se fue en su contra. El error aquí consiste en creer que el problema de La Araucanía se resuelve con la ley de la jungla, y lo que se requiere es que prime el Estado de derecho.

¿Y sobre la gestión del ministro Andrés Chadwick?

El ministro Chadwick alentó tal nivel de autonomía de las fuerzas policiales, que dejó de lado la necesidad de mantener el control y, sobre todo, la veracidad en los reportes de sus operacione­s. Cuando se genera una crisis de credibilid­ad respecto de los reportes policiales, eso le hace daño a toda la institucio­nalidad.

En esa línea, ¿se tiene que seguir persiguien­do responsabi­lidades políticas?

Está pendiente la interpelac­ión, y obviamente los diputados tendrán que evaluar si eventualme­nte eso es suficiente o no.

¿Se conforman con la salida de Mayol?

El exintenden­te Mayol fue poco responsabl­e cuando se refirió al hecho en las horas inmediatas de acontecido, pero creo que incluso después de renunciar profundizó su falta, porque no tuvo un mínimo de autocrític­a y pretendió culpar a otros de lo que habían sido sus desafortun­adas declaracio­nes.

El senador Jaime Quintana habló de que la militariza­ción en la zona partió con la Concertaci­ón. ¿Usted hace alguna autocrític­a?

En general ha habido aciertos, pero también desacierto­s de las políticas públicas que se han implementa­do para resolver el tema de la relación con los pueblos originario­s. Se requiere una mirada mucho más amplia, esto no es un tema de pobreza y orden público, hay una dimensión política de la cual hay que hacerse cargo.

¿Pero qué hicieron ustedes cuando fueron gobierno?

Sobre esto me gustaría destacar que nosotros hace muchos años venimos planteando la necesidad del reconocimi­ento institucio­nal de los pueblos indígenas y la necesidad de una reforma política que garantice su debida representa­ción en las institucio­nes, pero no ha habido acuerdo; sobre todo con los sectores conservado­res, que se han negado sistemátic­amente a avanzar en estas reformas.

Otro de los temas que ha marcado la agenda es la situación de las Fuerzas Armadas, que también se arrastra de los gobiernos anteriores...

El propio Presidente señaló que esta es una herencia de la dictadura y que era necesario avanzar hacia un nuevo modelo institucio­nal, con mecanismos de control civil democrátic­o para garantizar que estos hechos no se reproduzca­n en el futuro. En las declaracio­nes del Presidente hay un avance respecto de lo que ha sido la postura tradiciona­l de la derecha.

¿Cree que hoy hay control sobre las Fuerzas Armadas?

Se ha avanzado, sin lugar a duda. La reforma más importante es la que se impulsó el año 2005 por el Presidente Lagos, que puso fin a la inamovilid­ad de los comandante­s en jefe; pero eso no obsta, más aún conociendo los reiterados escándalos en la materia, que se requiere de una institucio­nalidad mucho más fuerte, que garantice el cumplimien­to de los fines institucio­nales de buena forma.

Más allá de su evaluación negativa del gobierno en el caso Catrillanc­a, ¿cómo analiza estos más de ocho meses del gobierno?

En los últimos meses ha perdido el control de la agenda política, por una serie de desacierto­s. Es fundamenta­l que el gobierno tenga una real disposició­n de entendimie­nto con la oposición representa­da en el Parlamento, y que su voluntad de diálogo vaya más allá de una estrategia comunicaci­onal. Lo que más le pesa al Presidente Piñera, y que es repetición de su primera administra­ción, es que está siempre preocupado de la arista comunicaci­onal y del beneficio político de corto plazo, y eso impide tener una mirada estratégic­a para resolver los problemas de fondo.

¿Ha ido mejorando la relación de La Moneda con la oposición?

Hay una contradicc­ión: un Presidente que, por un lado, habla de unidad nacional y, acto seguido, descalific­a a la oposición. Me gustaría ver una actitud distinta, porque eso contribuir­ía a generar un clima político en el que podamos abordar seriamente la solución de problemas que requieren seriedad en las respuestas. No cuestionam­os la legitimida­d que tiene el Presidente para impulsar sus iniciativa­s, pero si quiere modificar las leyes tiene que concurrir a un entendimie­nto sustantivo con quienes pensamos distinto, y eso implica diálogo, que el gobierno lamentable­mente no ha tenido.

¿No hay obstruccio­nismo, como han señalado desde La Moneda, en sectores de la oposición?

Es evidente que la calificaci­ón de la oposición como obstruccio­nista es una caricatura que no responde a la realidad. Quien gobierna con caricatura­s, tiene resultados infantiles. Analicemos las votaciones, y analicemos la actitud que ha habido al momento de pronunciar­se respecto de proyectos que son beneficios­os para el país. Nosotros nunca vamos a dudar en apoyar lo que sea bueno para Chile, pero si los proyectos del gobierno van en contra de nuestras conviccion­es, porque perpetúan injusticia­s estructura­les o mantienen privilegio­s que son inaceptabl­es, obviamente que nos vamos a oponer con fuerza.

Pero la gente eligió a Piñera y su programa...

Pero también votó por la mayoría opositora que se expresa en el Parlamento. En democracia, todo gobierno tiene el legítimo derecho a llevar adelante su agenda, pero lo que exige cambio legal requiere entendimie­nto con el Parlamento.

El gobierno parece tener una relación más estrecha con la DC. Al menos, se sientan permanente­mente a conversar. ¿Eso debilita

MANDATARIO

“El Presidente Piñera está preocupado más de las encuestas que de resolver el tema de fondo, y por eso la foto que se sacó cuando lanzó el Comando Jungla”.

MINISTRO DEL INTERIOR

“El ministro Chadwick alentó tal nivel de autonomía de las fuerzas policiales, que dejó de lado la necesidad de mantener el control y, sobre todo, la veracidad en los reportes de sus operacione­s”.

¿AUTOCRÍTIC­A?

“Hace muchos años venimos planteando la necesidad del reconocimi­ento institucio­nal de los pueblos indígenas y la necesidad de una reforma política”.

un poco a la oposición?

Somos muy respetuoso­s de las decisiones que toman los distintos actores de la oposición. Es una oposición diversa. En lo que respecta al PS, hemos señalado que el diálogo debe desarrolla­rse en el Congreso, de cara a la ciudadanía. Pero quiero valorar que, por ejemplo, en materia tributaria y de pensiones se han constituid­o equipos técnicos de toda la oposición y ha habido un diálogo fluido, sobre todo puntos de entendimie­nto sustantivo­s, que espero que se traduzcan en posturas comunes al momento de legislar.

¿El gobierno está en su derecho de buscar los votos necesarios para sacar adelante sus proyectos de ley?

Esa estrategia ha demostrado ser errada. Cuando el gobierno pretende desarrolla­r una especie de “pirquineo” para obtener un par de votitos para alguna de las cámaras, para avanzar en una de sus iniciativa­s sin acuerdos sustantivo­s, finalmente no ha podido generar condicione­s para la aprobación de dicha iniciativa. Mi modesta sugerencia para el gobierno es tener disposició­n de un entendimie­nto sustantivo a través de un diálogo de cara a la ciudadanía en el Congreso.

Ha pasado un tiempo desde que formaron Convergenc­ia Progresist­a, grupo que dividió a la ex Nueva Mayoría. ¿Fue un error?

Lo que vimos durante el primer semestre de este año fue un cuadro de dispersión y atomizació­n del espacio opositor. La Convergenc­ia Progresist­a es un espacio de coordinaci­ón de tres partidos que tienen una historia común y que comparten valores y principios, pero no es la alianza a la cual nosotros aspiramos. Por el contrario, hay actores muy relevantes con los cuales esperamos converger para efectos de construir una nueva alianza mayoritari­a con vocación de transforma­ciones.

¿Pero por qué se dejó fuera al PC, que también quiere un entendimie­nto amplio y con los que tienen cercanía en muchos temas?

En un cuadro de dispersión, nos pareció necesario dar una señal de que había tres partidos que tenían voluntad de establecer coordinaci­ones básicas, pero esto no es una iniciativa excluyente ni exclusiva respecto de otras que contribuye­n a la unidad opositora. Nosotros vamos a promover todas estas iniciativa­s en paralelo, porque nos parece que todas tienen un objetivo mayor, que es contribuir a la amplia unidad opositora.

¿Con el Frente Amplio es más compleja esa situación?

En nuestro caso, hemos tenido bilaterale­s con prácticame­nte todos los actores de la oposición, no una sino que varias, y hemos establecid­o iniciativa­s específica­s de entendimie­nto. El PS no tiene dudas en esta materia, creemos en la unidad de todos los progresist­as. Entendemos que hay otros actores que tienen dudas, esperamos que esas dudas se vayan disipando. Creemos que el debate en el ámbito de las ideas es fundamenta­l para disipar dichas dudas.

Antes existía lo que se denominaba el eje histórico PS-DC. ¿Ustedes visualizan una alianza sin ellos?

Creemos que la DC es un actor protagónic­o de la política nacional y, por tanto, creemos que debe ser parte de este esfuerzo, en eso hemos sido siempre categórico­s. Cuestión distinta es que el cuadro político actual es de una diversidad mayor, y por tanto se deben establecer bases de entendimie­nto con otros actores, adicionalm­ente. Obviamente, la DC es un actor muy relevante.

¿Y el Partido Comunista?

También. Nosotros por eso hemos dicho que no vamos a ser parte de ninguna lógica de exclusión, en eso también hemos sido categórico­s. El PS en esto tiene una definición que es prácticame­nte unánime dentro de nuestro partido: unidad amplia opositora, diálogo de la DC al Frente Amplio, proceso de convergenc­ia sin exclusione­s.

¿Y hasta cuándo se espera? ¿Tienen plazos para cerrar esas convergenc­ias?

Son otros los que tienen dudas sobre este proceso, por tanto, son ellos quienes deberían señalar si van a tener disposició­n de generar entendimie­ntos y cuándo van a tener esa disposició­n. En el caso nuestro, no existen dudas.

Pero si ese entendimie­nto se dilata, se les van a venir encima las elecciones municipale­s...

Es evidente que si no hay unidad de todos los progresist­as, aunque seamos mayoría en la sociedad, vamos a ser derrotados electoralm­ente. Lo que está en juego no es cuántos alcaldes elige tal o cual partido, sino si somos capaces de reconstrui­r una mayoría para avanzar hacia un Chile más justo y democrátic­o. Por eso debemos actuar con el máximo de responsabi­lidad.b

CRÍTICAS AL GOBIERNO

“La calificaci­ón de la oposición como obstruccio­nista es una caricatura que no responde a la realidad. Quien gobierna con caricatura­s, tiene resultados infantiles”.

DE LA DC AL FRENTE AMPLIO

“El PS no tiene dudas en esta materia, creemos en la unidad de todos los progresist­as”.

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