La Tercera

Solución futbolísti­ca

- Axel Buchheiste­r Abogado

La satisfacci­ón que produjo en algunos la noticia que México concedió la extradició­n del “Comandante Emilio” debe haberse tornado en decepción cuando se supo que no había tal, sino que se trata de una mera solución futbolísti­ca: viene en “préstamo”. Esto significa que tiene que retornar a México para ser juzgado y, eventualme­nte, cumplir condena; aunque no queda claro cómo va a operar todo esto.

En lo personal, la noticia no me produjo satisfacci­ón, sino que preocupaci­ón: aquí podría quedar en libertad después de un tiempo y eludir además la responsabi­lidad por los graves secuestros que habría cometido en dicho país. No sólo porque sabemos que en Chile la impunidad suele ser el resultado ante la delincuenc­ia, sino porque hay antecedent­es que apuntan a ella cuando se trata de alguien de izquierda. Veamos.

Uno de los implicados en el crimen de Jaime Guzmán, el frentista Enrique Villanueva, vivió por años a vista y paciencia de todo el mundo en la V Región, hasta que otro de los implicados, el “Comandante Ramiro”, lo denunció en una entrevista. Entonces se le capturó, juzgó y condenó, pero nada más que a cinco años con libertad vigilada. De manera sorprenden­te, la Corte de Apelacione­s revisó el fallo y elevó la pena a presidio perpetuo. A continuaci­ón, la Corte Suprema acogió un recurso de queja, que tiene sólo un carácter disciplina­rio, y repuso la pena de cinco años, sin sancionar a los jueces que habrían incurrido en la “indiscipli­na” de elevar la pena en conformida­d a la ley; cosa que la Constituci­ón ordena expresamen­te hacer en caso de acogerlo. Esto se consagró en una reforma constituci­onal, precisamen­te para evitar que la Corte se atribuya de hecho competenci­a cuando no la tiene y revierta discrecion­almente sentencias que no son revisables.

En la década de los ‘90, un grupo multinacio­nal de delincuent­es, incluidos varios integrante­s del MIR, secuestrar­on en Brasil al empresario Abilio Diniz. La policía descubrió dónde lo tenían escondido, rodeó el lugar y liberó al secuestrad­o. Adentro estaban los miristas, que no obstante alegar inocencia, fueron condenados a duras penas, motivo por el cual iniciaron la correspond­iente huelga de hambre. Si bien los brasileños no se impresiona­ron mucho, aquí la izquierda inició un movimiento para traerlos a cumplir la condena a Chile. Terminamos celebrando ¡un tratado! con Brasil para que fuera posible. Y usted sabe la última parte: a no tanto andar, aquí los dejamos en libertad.

Años después, también en Brasil, miembros del FPMR, incluido “Ramiro”, secuestrar­on al publicista Washington Olivetto. Fueron capturados y Ramiro condenado a 30 años de cárcel. Supone bien: hay una campaña de la izquierda para que venga a Chile a cumplir el castigo. Y también sabe en qué acabaría eso.

En México, los condenados se escapan a veces de la cárcel, pero las autoridade­s no se confunden: como en el fútbol, retuvieron el “pase” del jugador.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile