LEGITIMIDAD DEL CONSEJO DE DESARROLLO URBANO

SEÑOR DIRECTOR

Durante la reciente presentación del Parque Mapocho Río, en Cerro Navia, el Presidente Sebastián Piñera anunció la conformación del nuevo Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), instancia muy positiva para el desarrollo de nuestras ciudades, si es que no se repara en su conformación.

De los 31 consejeros –entre los que hay representantes de los ministerios sectoriales, exministros, expresidentes del mismo Consejo y representantes de las asociaciones municipales-, preocupa, primero, la baja presencia femenina, con un 13% de representación. ¿Dónde queda la agenda de género del gobierno?

Todas las recomendaciones de política pública establecen la necesidad de velar por la paridad de género en estas instancias, siendo básica la presencia de mujeres en el proceso de toma de decisiones urbanas.

Segundo, es llamativo el desequilibrio entre representantes gremiales y representantes de la sociedad civil, (5/1), que a todas luces desembocará en una negociación desequilibrada. Además, la presencia de un “experto urbano” que no sabemos a qué intereses representa, provoca suspicacias.

Por último, preocupa el desequilibrio político de la mesa. El CNDU se formó con el objetivo de convertirse en una política de Estado, que debía superar los gobiernos de turno, y en donde, de manera transparente y equilibrada, se debatieran las distintas visiones de ciudad.

No es una instancia inocua, genera intensos procesos de negociación que, lamentablemente, y por su conformación actual, serán de dudosa legitimidad, porque, simplemente, no están todas las miradas necesarias.

Isabel Serra

Académica UDP

Miembro de Red Ciudad Futura