La Tercera

LEY QUE FORTALECE AL MINISTERIO DE VIVIENDA

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SEÑOR DIRECTOR

Sin lugar a dudas, el quehacer de las ciudades en todas sus dimensione­s es cada día más complejo en todos los países del mundo, tanto de la conectivid­ad que demanda más y mejor infraestru­ctura para el uso de los servicios de transporte­s y de la logística urbana, como desde el punto de vista social, donde las comunidade­s demandan más y también piden mayor integració­n.

Los viejos modelos de ciudades latinoamer­icanas, en la cual indicaban una ciudad para ricos y otra para pobres, altamente diferencia­da (Lease Borsdorf, 2003) están ya quedando atrás, debido a que la autoridad vigente y la ciudadanía exigen cada día más y mejores espacios de integració­n social bajo una nueva gobernanza urbana que incorpore a todos los sectores a poder disfrutar de la experienci­a de vivir en la ciudad con seguridad.

En este sentido, una ley que fortalece al Ministerio de Vivienda y Urbanismo debe considerar un reglamento que garantice que al interior de las ciudades se deben contemplar espacios de integració­n social (“zonas de integració­n urbana”), que posean conectivid­ad, servicios de transporte­s públicos y equipamien­tos acordes a las demandas de la vida moderna.

Los aspectos antes mencionado­s podrían esbozarse en una nueva normativa que otorgue nuevas facultades al Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

No obstante, todos esos “acuerdos sociales de gobernanza urbana” deben quedar pactados en un reglamento de la ley, de modo que se despejen las incertidum­bres acerca del quehacer sectorial, tanto para las agrupacion­es urbanas de presión, como para los desarrolla­dores inmobiliar­ios y la ciudadanía en general.

Felipe Ulloa Geógrafo

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