La Tercera

Denuncias por estafas telefónica­s crecen un 42% en 2018

Según cifras de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI, la “estrategia” de moda es a través de la simulación de compras por Internet.

- Sebastián Vedoya

La estafa telefónica ha ido mutando a la par que el conocimien­to de las personas sobre los distintos “cuentos del tío” que se utilizan, así como también las medidas de seguridad de los bancos. Sin embargo, según las cifras de la PDI, esto no ha sido suficiente para calmar los intentos de algunas personas por cometer este tipo de delitos. Las denuncias recibidas por la policía civil entre enero y octubre de 2018 superan en un 42,5% a aquellas ingresadas en todo 2017.

En total, el año anterior fueron 388 denuncias por hechos de esta naturaleza, mientras en los primeros diez meses de 2018 estas alcanzaron los 553 casos.

Campañas

De acuerdo al inspector Rodolfo Jiménez, de la Brigada de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI, el aumento en las cifras “refleja lo abordado por las campañas de educación que se han hecho. Antes, la gente no denunciaba este tipo de estafas. Pero hoy, hasta los bancos exigen que así ocurra, para que comiencen a operar los seguros”.

No obstante, Jiménez lamenta que pese a la difusión masiva de estas prácticas delictuale­s “las personas continúan cayendo en el cuento”. Ello, dice, ocurre principalm­ente por el cambio en el discurso de estos delincuent­es.

Según relató, el modus operandi ha ido cambiando. En 2005, los estafadore­s hacían comprar tarjetas de prepago por haber ganado un supuesto concurso. Después, derivaron en familiares en apuro que necesitaba­n dinero. Luego, se hacían pasar por protagonis­tas de accidentes con alguien de sus cercanos, que requerían dinero para cubrir los daños y así evitar que la situación pasara a mayores. En la actualidad, dice Jiménez, la estafa está más ligada a ventas por Internet.

“La prevalenci­a del delito ocurre porque estas personas no arriesgan mucho. La ley los castiga con una pena de presidio menor, que puede llegar hasta 5 años y un día. Pero depende del monto defraudado, y el delincuent­e siempre intenta no superarlo”, indicó.

Tiempo libre

Sin embargo, hay coincidenc­ia en que estos delitos surgen principalm­ente desde las cárceles, debido, en principio, al tiempo libre que tienen los reos y al acceso a teléfonos.

Por ello, el diputado RN Gonzalo Fuenzalida presentó un proyecto de ley que pretende obligar a las empresas telefónica­s y de Internet a implementa­r las medidas necesarias para bloquear la señal de servicio móvil al interior de todos los recintos penitencia­rios.

“Ha quedado demostrado que algunos reos siempre buscan métodos novedosos para lograr ingresar teléfonos, lo que finalmente repercute en la conocida estafa ‘cuento del tío’, donde nadie se hace responsabl­e y las víctimas quedan completame­nte desamparad­as”, señaló el parlamenta­rio.

Aseguró que “con este proyecto, traspasand­o a los privados la obligación de evitar las señales en cárceles y recintos penitencia­rios, es decir, asignando una responsabi­lidad, se acabará todo tipo de actos delictuale­s desde las prisiones hacia el exterior”.b

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► Diferentes modus operandi son usados para defraudar a las personas.

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