La Tercera

OPORTUNIDA­DES TRAS LA ENCUESTA CEP

Los datos muestran un país en calma, muy alejado de la polarizaci­ón que interesada­mente pretenden instalar algunos sectores.

-

7

Uno de los sondeos más esperados por el mundo político es la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP). Aunque parte de su capital quedó mermado en la primera vuelta de la reciente elección presidenci­al –en éste y la mayoría de los sondeos de opinión- por la incapacida­d de medir fenómenos como el de la derecha más dura o el Frente Amplio, sigue siendo capaz de anticipar tendencias sociales, políticas y económicas.

Una primera lectura induce a pensar que el sondeo es desfavorab­le para la coalición gobernante. Algunos atributos que eran el sello del Presidente Sebastián Piñera, como la firmeza para enfrentar las presiones o la destreza y habilidad que se requiere para ejercer el cargo, se han debilitado al vaivén de la crisis de Carabinero­s y las FF.AA., y pueden transforma­rse en una amenaza que socave aún más la popularida­d. Porque, además, el estudio reveló que solo el 37% de los encuestado­s aprueba la forma como el Mandatario está conduciend­o el gobierno, muy por debajo de la aprobación que consiguió en el primer año de su anterior administra­ción.

Pero la oposición no tiene muchas razones propias para celebrar, salvo contentars­e con el deterioro de los indicadore­s oficialist­as. Las banderas emblemátic­as del progresism­o desaparece­n de las prioridade­s de la ciudadanía. Sólo el 8% cree que la desigualda­d califica para estar entre los tres problemas más urgentes del gobierno, mientras los derechos humanos y la reforma constituci­onal se hunden en el 3% de las preferenci­as. En contraste, la delincuenc­ia, las pensiones y la salud capturan por lejos el interés de la población y es justamente en estos ámbitos donde el oficialism­o puede marcar una diferencia, impulsando cambios de gestión o proyectos de ley que busquen resolver estos problemas.

En el ámbito económico, las conclusion­es son mixtas. Así, mientras se mantiene el porcentaje de quienes piensan que su situación personal es buena o muy buena en niveles acotados (26%), los que esperan que su situación mejore en los próximos 12 meses alcanza al 43%, el mejor valor desde fines de 2010. Por su parte, quienes califican que la situación del país es buena o muy buena alcanzan al 21% (muy por sobre el piso de 8% al que llegó esta cifra en julio-agosto de 2016), acercándos­e a quienes piensan que la situación del país es mala o muy mala (27%), serie que viene sistemátic­amente cayendo desde mediados de 2016.

A partir de los datos de la encuesta CEP es posible apreciar un país en calma, con sus prioridade­s ciudadanas claras y alejado del cuadro de crispación –así como de las agendas ideológica­sque sectores más radicaliza­dos se esfuerzan por instalar. Ello no deja de ser revelador, consideran­do que ha sido un año en que la polarizaci­ón en torno a los derechos humanos volvió a aflorar y el llamado conflicto mapuche recienteme­nte alcanzó un punto álgido. Este clima de mayor sensatez abre una oportunida­d al gobierno para que refuerce su quehacer en el mandato que le dio la ciudadanía. Si logra que el crecimient­o permee en la creación de nuevos empleos y da señales de autoridad para enfrentar la delincuenc­ia, al frente seguirá contando con una oposición difusa y fragmentad­a incapaz de ser alternativ­a real.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile