DEBATE POR LEGALIZACIÓN DE LA MARIHUANA
SEÑOR DIRECTOR
El debate sobre la legalización de la marihuana ya está instalado entre nosotros. Su prohibición ha fomentado una red de tráfico. Mientras que el tabaco y el alcohol están legalizados, aunque son fuertemente adictivos y con perjuicios demostrados por la experiencia clínica.
La marihuana ha mostrado beneficios en el control del dolor crónico, incluyendo ciertos casos de migraña, alguna investigación aislada que arriesga un posible freno del Alzheimer y otra voz que dice que contribuye a controlar la diabetes.
Pero nadie puede negar, por un lado, sus efectos sobre las funciones cognitivas superiores, donde altera concentración y memoria, no sólo durante su utilización directa. Por otro lado, se revela cierta incidencia en la aparición de cuadros depresivos en jóvenes, eso sí hay que confesar que no se sabe qué es primero: si el consumo llevó a la depresión o la depresión al consumo.
Se dice a voz en cuello que no provoca adicción, pero hay trabajos que alegan que, además de la evidente dependencia psíquica a la que lleva el consumo sostenido, también hay cambios a nivel cerebral que conducen a la adicción física. En el uso social, recreacional, al estar prohibida y conectarse con el mercado delictual, hace un puente con otras drogas más peligrosas. Los menores de edad, por su concepción cerebral como su inmadurez, son víctimas fáciles de esta manipulación.
No es la panacea que viene a curarlo todo, pero tampoco es el demonio.
Hace unos días, una colega sostenía que mientras no se pueda hablar de una madurez cerebral, de los 18 años para arriba, cuando el lóbulo frontal se impone sobre el cerebro límbico, sería recomendable evitar el consumo de sustancias.
La persecución se ha mostrado inútil. La publicidad soterrada no sé si es más peligrosa. ¿Tememos que los beneficios probados insten a un mayor consumo? El tabaco ha demostrado no aportar ningún beneficio y ahí estamos, en una lucha encarnizada. El alcohol es un poderoso sedante y depresor, siendo poderosamente adictivo y, fuera de los saludables taninos de una copa de vino tinto de vez en cuando, revela un poder de adicción y daño descomunal.
¿Qué sucederá con la inevitable legalización de la marihuana?
Marco Antonio de la Parra Psiquiatra y académico Universidad Finis Terrae