La Tercera

Vorpahl, muy lejos de Chile

- Por Diego Hermosilla

La primera nacional en competir en una liga europea asegura que la experienci­a en Chipre es única, que se quedará en el indoor, dejando de lado la idea de pasarse al beach volley, y que la Selección es una etapa superada: “Es hora del recambio y se está haciendo un buen trabajo”.

Chris Vorpahl tal vez sea la mejor voleibolis­ta en la historia de esta disciplina en su rama femenina. Eterna selecciona­da chilena, con pasos internacio­nales en Argentina e Indonesia, hoy está en Chipre, isla mediterrán­ea que pertenece a la Unión Europea. Vorpahl, fichada por el Paphiakos, es la primera chilena en una liga del Viejo Mundo.

La Liga comenzó hace unos dos meses y la jugadora había mandado un par de videos. En Chipre vive Carolina Piña, su ex compañera en el vóleibol playa, casada con un griego. Ella hizo los contactos al saber que los chipriotas buscaban un refuerzo luego de la partida de una de sus tres brasileñas.

“Mi equipo es de mitad de tabla y es una liga de muchas extranjera­s, los ocho equipos tienen tres, eso hace que sea una liga más competitiv­a que la chilena. El nivel de Chipre es parecido al de Chile, pero el hecho de que haya rusas, lituanas, colombiana­s, hace que sea mucho más competitiv­a. Son todos los equipos muy parejos”, re- lata Vorpahl.

El club al que arriba la nacional es importante. En vóleibol, tiene divisiones inferiores, es el campeón en la liga masculina y presentan elencos profesiona­les en las ligas de básquetbol, fútbol y otras ligas, en general, en damas y varones.

Sobre ser la primera chilena en Europa, Vorpahl señala que “es marcar un precedente de que uno puede, de que con trabajo, una puede lograr salir adelante”.

Aunque tiene una experienci­a en Indonesia, Chipre no deja de ser un destino diferente para una deportista nacional: “Llegar a este país ha sido una tremenda experienci­a, siempre es difícil salir de tu país, uno no está en su zona, pero ha sido súper enriqueced­or para mí y poder vivir esto, poder hacer lo que me gusta, poder conocer nuevas culturas, personas, poder aprender de nuevos sistemas, de profesiona­lismo. Ha sido enriqueced­or para mi espíritu estar acá. Va a ser una temporada larga, son seis meses, siento que es muy enriqueced­or si sabes llevarlo”.

Pafos es una ciudad en la costa oeste de la isla, en la mitad sur del país. “Son diferentes culturas, aquí en la isla hay un lado turco, donde hay más población musulmana, pero a nivel de comida, de todo, es muy diferente, pero sigue siendo occidental. No es como haber ido a Indonesia, pero es diferente a todo lo que se vive en Chile”.

Chris firmó un contrato por seis meses con el equipo, le brindan alojamient­o, comida, transporte, indumentar­ia y seguro médico. “Es que se trata de una liga ciento por ciento profesiona­l, no tengo gastos. Respecto de los entrenamie­ntos, es muy similar a Chile: tenemos doble turno todos los días. Y los miércoles libre por que los martes jugamos”, señala.

En una entrevista también en La Tercera había manifestad­o a fines de 2016 que quería dejar en vóleibol tradiciona­l para pasarse al beach volley, una idea olvidada por estos días. “Es cierto, pero jugando playa me lesioné y me tuve que someter a una cirugía de hombro. Entremedio pasaron situacione­s personales, nada con el cuerpo técnico ni nada, que me hicieron darme cuenta de que lo que más me gustaba es el indoor, así es que me operé y decidí recuperarm­e a través del volley de piso en el Boston College y me fui reencantan­do”, dice la jugadora.

Ese regreso no ha sido fácil: “Ha sido una lucha constante por volver a un nivel, porque después de una cirugía de hombro nada vuelve a ser lo mismo. En ese sentido, ha sido desgastant­e, pero también he tenido que aprender a convivir con mi nueva lesión y a entender que tengo que dedicarle tiempo a mi hombro para que esté bien, tengo que hacer fisioterap­ia, pesas, tener una buena alimentaci­ón, siento que el haberme lesionado jugando beach en el verano fue lo que me hizo re- tornar un poco al volley de piso”.

“Hay dolor, pero es más como una molestia. Hay días mejores que otro, fluctúa mucho de una semana a otra, depende de las cargas de entrenamie­nto, pero son dolores con los que uno aprende a vivir y hay otros dolores que son diferentes, pero es una constante preocupaci­ón de estar bien, porque si me descuido, el hombro se vuelve inestable y tengo que partir de cero, así que es algo a lo que sé que le tengo que dedicar tiempo y descanso, por lo que me hace ser más responsabl­e conmigo misma”, agrega.

No a la Selección

En la temporada 2019 aparecen torneos en la mira de la selección femenina, pero desde Chipre, Chris Vorpahl lo ve lejano. “Yo tengo otros planes para el 2019. Siento que la Selección es una etapa terminada para mí, es estar en un nuevo proceso, con gente nueva, captando nuevos talentos, siento que es un recambio el que tiene que venir. En ese sentido, no es de mi mayor interés estar hoy en la Selección. Se está haciendo un buen trabajo con chicas jóvenes, de mucho talento, que ojalá puedan salir también a buscar experienci­as afuera”, confirma la jugadora, de 28 años.

¿Se retira? No, dice que: “Voy a seguir ligada al volley lo que más pueda y hasta cuando me dé, pero no a nivel de Selección, a eso voy”.b

 ??  ?? ► Vorpahl, con la camiseta del Paphiakos de la liga chipriota.
► Vorpahl, con la camiseta del Paphiakos de la liga chipriota.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile