BALANCE DEL AÑO: LA OLA FEMINISTA MOSTRÓ SU PODER
En 2018 las mujeres se tomaron las calles y también los escenarios plateando preguntas esenciales y urgentes, en obras y encuentros como el Women Playwrights Internacional que llegó por primera vez a Latinoamérica con Chile como sede. Uno de los hitos de la temporada fue Paisajes para no colorear, de Marcos Layera, protagonizada por talentosas nueve actrices no profesionales de entre 13 y 17 años que interpretan a niñas acosadas, víctimas del Sename y de la violencia machista. Ellas no tiemblan frente al abuso de poder y se rebelan a las figuras patriarcales. Al ritmo de reggaetón y Mon Laferte, revelan los fantasmas, sueños y pesadillas de las nuevas generaciones. Otra obra de excelencia donde se aborda el abuso infantil es Demasiado cortas las piernas, dirigida por Heidrun Breier.
Desde el fin de su compañía Teatro de Chile la directora Manuela Infante ha trabajado solo con grandes actrices. En 2018 fue el turno de Paulina García en Idomeneo. Para revisar este clásico griego la directora apela a la androginia y cuestiona los roles asociados al género. El mismo tema está en Los arrepentidos, donde Alfredo Castro y Rodrigo Pérez, bajo la dirección de Víctor Carrasco, problematizan la sociedad patriarcal heteronormada desde la perspectiva trans y en El amarillo sol de tus cabellos largos, comedia negra con estética travesti de Carla Zúñiga, el director Javier Casanga y la compañía La Niña Horrible. Otros montajes sobresalientes sobre la inclusión son Mi hijo sólo camina un poco más lento y Molly Sweeney: ver y no ver.
Después de Paisajes para no colorear, Marcos Layera organizó un ciclo para celebrar los 10 años de su compañía La Re-sentida, donde remontó Simulacro, Tratando de hacer una obra que cambie el mundo, La imaginación del futuro y La dictadura de lo cool. Transgresión, crítica al modelo social y humor son algunos de los ingredientes del intenso y punzante manifiesto teatral de Layera.