“Chalecos amarillos” vuelven a las calles de París
Pese a los anuncios realizados por Macron y a una menor convocatoria, la quinta protesta sumó otra muerte.
A un mes del inicio de las manifestaciones de los denominados “chalecos amarillos” en Francia, el gobierno del Presidente Emmanuel Macron no ha conseguido calmar las demandas ciudadanas, pese a los anuncios sobre el salario mínimo y los impuestos, realizados esta semana por Palacio del Elíseo.
Considerando una menor convocatoria, se reunieron 66.000 personas en todo el país-la mitad de la semana pasada-los 69.000 efectivos policiales no consiguieron evitar los brotes de violencia durante la quinta protesta de sábado consecutiva, que terminó con al menos 95 detenidos y una nueva víctima fatal, acumulando siete muertes en lo que va de las marchas.
Desde la delegación de Gobierno del Norte indicaron que el fallecimiento corresponde a un conductor que chocó en Erquelinnes, un municipio fronterizo belga, contra un camión que había sido bloqueado por una barricada de manifestantes.
De esta forma, París volvió a lucir como una ciudad en estado de sitio, con el fin de evitar daños como los ocurridos en jornadas anteriores. Desde temprano iniciaron los controles preventivos y monumentos como el Arco del Triunfo, el Panteón, la Santa Capilla, las torres de NotreDame, el Museo de la Conserjería, la Capilla Expiatoria o el Palacio Real, permanecieron blindados con vallas para evitar el avance del grupo.
Lo mismo ocurrió con el comercio y atracciones aledañas a las zonas donde se centraron los principales movi- mientos de los “chalecos amarillos”. Sin embargo, algunos como a Torre Eiffel, el Museo del Louvre y la Ópera de Bastilla, permanecieron abiertos al público.
“No llegamos a fin de mes”
Con todo, a pesar de haber entregado una respuesta a las demandas de la población con un alza de 100 euros mensuales al salario mínimo o la anulación de un impuesto en algunas pensiones, los manifestantes parecieran no contentarse con las concesiones de Macron, quien en medio de la crisis ha sufrido una fuerte caída en sus niveles de aprobación. Según la última encuesta de noviembre alcanzó el 25%.
Consignas como “No llegamos a fin de mes”, “Solo nos dan migajas” y “Quien siembra miseria cosecha cólera”, fueron algunos de los mensajes que cargaron durante la jornada los manifestantes en sus pancartas.
De esta forma, aún cuando las autoridades realizan balances más alentadores de lo que fue la marcha de ayer, debido a una caída en la participación y a menores disturbios, para quienes siguen esperando respuestas, el mandatario francés debiese apuntar a todas las prestaciones sociales, o en su defecto renunciar.
Terminada la protesta, el ministro del Inerior , Christophe Castaner, señaló a través de Twitter que “el diálogo debe ahora reunir al conjunto de los que quieren transformar Francia”. Y también pidió que tras las movilizaciones se “liberen” todos los espacios en el país que desde hace semanas permanecen ocupados por los “chalecos amarillos”. ●