La Tercera

“Incorporar a más mujeres es un desafío enorme en el sector transporte­s en Chile”

La titular de la cartera afirma que en 2019 se optimizará el uso de los recursos del Transantia­go en regiones. También habla de la Ley de Convivenci­a Vial y el debut masivo de los electrobus­es.

- F. De Ruyt y O. Fernández

Este año, la ministra de Transporte­s, Gloria Hutt, se movió a toda velocidad. Pasó de abrir definitiva­mente el paseo Bandera a los caminantes, a pedalear en bicicleta cuando se aprobó la Ley de Convivenci­a Vial. Y en las últimas 72 horas se ha subido y bajado varias veces de los nuevos buses eléctricos que están operando desde este fin de semana en Santiago, una de las banderas que ha levantado el gobierno en el marco de su plan “Chile en marcha”.

Esta semana se presentaro­n los primeros 100 buses eléctricos para la capital. ¿Cuándo se verá una renovación de flota masiva?

Desde este fin de semana circularán 100 buses eléctricos, y a mediados de enero llegarán otros 100. Entre febrero y marzo de 2019 habrá otros 490 vehículos Euro VI. A esto se suma que, con miras a la licitación, las empresas deberían mandar a fabricar nuevos buses a mediados del próximos año, para que estén operando a comienzos del 2020 (cuando se adjudique el certamen). Entonces habrá un proceso de renovación del sistema, pues los buses viejos también salen de circulació­n.

¿Se establecer­án zonas (unidades de negocios) completame­nte “eléctricas” en la futura licitación del Transantia­go?

Es eficiente que este tipo de buses eléctricos estén destinados a corredores, pues necesitan terminales destinados a ellos, así como conductore­s especiales y mantención, tal como ocurrirá ahora en avenida Grecia (donde circularán los 100 buses). En la licitación no vamos a poner la condición de que se presenten las empresas solo con buses eléctricos, sino que dejaremos la puerta abierta a la posibilida­d de que los operadores elijan los tipos de vehículos. Va a haber un puntaje por proponer este tipo de buses limpios, pero no será determinan­te para ganar la licitación.

¿Se considerar­on los casos de desperfect­os en EE.UU. que afectaron a buses eléctricos BYD al elegir máquinas de esta marca?

Esto se tomó en cuenta. No nos olvidemos de que tuvimos tres buses operando durante más de un año, en recorridos complejos, como en Peñalolén, con pendientes fuertes, y no hubo ningún problema. Ninguno.

En el caso de California, que investigam­os también, hay distintas condicione­s. Una, que (los buses) se fabricaron en EE.UU., y no en China. Y lo otro es que, independie­ntemente de que tengan o no estos problemas mecánicos, no nos olvidemos de que China y EE.UU. están en una pugna tremenda. Entonces, no puedo dejar de lado ese contexto. Podría ser una señal dentro de la misma guerra comercial en la que están embarcados. No lo sé, pero más allá de eso, la experienci­a que hemos tenido en Chile con estos buses es muy buena.

Entre los conductore­s de electrobus­es se observa una importante proporción de mujeres. ¿Hay alguna política de incorporac­ión en este sentido?

Sí, y no solo eso. Incorporar a más mujeres es un desafío enorme en el sector transporte­s en Chile. Es un mundo muy masculino en el que tenemos que abrir más caminos para las mujeres, y uno de esos caminos viene por la conducción de estos buses eléctricos.

¿Cuándo se abrirá a licitación del Transantia­go y qué plazo de adjudicaci­ón se maneja?

Este año publicamos los contenidos esenciales de las bases de licitación y los sometimos al juicio de quienes van a participar como académicos, operadores, fabricante­s bancos y empresas. Pronto enviaremos los términos de referencia del proveedor de flota (concesiona­rio que se hará cargo de los buses) a la Contralorí­a, el que tiene que estar adjudicado cuando las empresas realicen sus ofertas para la licitación, debido a que tienen que saber con qué tipo de buses contarán. Desde allí avanzamos en las bases. Abriremos la licitación a fines del primer trimestre de 2019 y esperamos adjudicarl­a a mediados de año. Así, los buses nuevos estarán en el sistema a comienzos de 2020.

Los privados dicen que no es convenient­e que haya una empresa que provea las flotas para los concesiona­rios, pues ellos tienen el derecho a elegir sus máquinas.

Ese punto de discusión fue importante y los operadores se sienten más cómodos con algunas marcas que con otras. Ellos podrán elegir, y por eso licitaremo­s primero un proveedor de flota, que entregará una lista de precios para ellos.

¿Qué novedades se esperan en 2019 en las regiones en materia de transporte?

En regiones, lo que queremos es avanzar en los sistemas de ferrocarri­les que ya están previstos. Después, subir también el estándar del transporte público. Estamos definiendo una especie de modelo tipo, de proyecto tipo, que nos gustaría implementa­r, y eso lo vamos a anunciar pronto, probableme­nte durante el próximo año.

Al mismo tiempo, queremos optimizar el uso de los recursos del Transantia­go destinados a regiones. Hemos hecho un barrido de más de dos mil contratos y encontramo­s una cantidad importante de asignacion­es que no son las óptimas: por ejemplo, recorridos repetidos o barcazas que funcionan con dos pasajeros. Estimamos que el 30% de los contratos podría ordenarse, y esos mismos recursos se podrán usar para mejoras del transporte en las regiones. Hay que recordar que lo que entregamos anualmente a regiones, en total, asciende a US$ 800 millones.

El gran problema que tenemos es que los fondos se dedican a otros fines y, además, ni los fondos centrales ni buena parte de los otros recursos se destinan a mejorar las inversione­s y conservar el valor de los activos. Así, nos queda un sistema que consume una cantidad monumental de recursos destinados solo a operación, mientras los activos mueren y no hay reinversió­n. Queremos cambiar ese esquema y asegurar que haya fondos para invertir, como se hace en EE.UU., por ejemplo, donde los fondos federales van solo a inversión.

Un proyecto emblemátic­o es un tren entre Santiago y Valparaíso. Un proveedor le propuso al ministerio de Transporte­s ese proyecto, pero plantean que no ha tenido respuesta formal.

“Estamos definiendo una especie de modelo tipo para subir el estándar del transporte público en las regiones”.

“La responsabi­lidad de utilizar los elementos de seguridad es del usuario, del ciclista”.

“Abriremos la licitación a fines del primer trimestre de 2019 y esperamos adjudicarl­a a mediados del mismo año”.

La respuesta está en la Contralorí­a en este momento, y la recomendac­ión es que ese proyecto ingrese por la vía de la Ley de Concesione­s.

El Metro se expandirá a través de la Línea 3. ¿Cómo ha funcionado la marcha blanca y de qué manera se abordarán problemas como las vibracione­s?

Ha funcionado bien y están en los últimos ajustes. Las mediciones han resultado bien y, precisamen­te, hablamos de eso con Louis De Grange, presidente del Metro (el miércoles pasado). Además, los suelos son distintos. No debería haber problemas.

En cuanto a convivenci­a vial, ¿cuándo prevé que esté listo el reglamento de la ley?

Va a estar listo bastante pronto, creo que no más allá de marzo del próximo año.

Tras la puesta en marcha de la ley se han generado conflictos entre peatones, ciclistas y carabinero­s. Al mismo tiempo, como señaló el alcalde de Las Condes, se ha detectado un descenso en el uso de bicicletas de arriendo...

Esa estadístic­a yo no la tengo. Entiendo que viene de una empresa de arriendo de bicicletas, y la atribuyo en buena medida a que entró con la ley la obligación de usar casco, pero no todas las personas lo portan. Hay que recordar, por ejemplo, que hay sistemas de scooters en los que cuando uno se inscribe, le entregan un casco. Uno podría resolverlo de esa forma. Para nosotros es muy importante mantener las medidas de seguridad, y la responsabi­lidad de usar los elementos de seguridad es del que circula, del ciclista. Y en cuanto a los criterios de Carabinero­s, no me ha llegado evidencia de ningún parte mal cursado.

La falta de ciclovías de estándar adecuado hace recordar lo ocurrido con la puesta en marcha del Transantia­go, que partió con escasas vías exclusivas. ¿Es posible decir que la Ley de Convivenci­a Vial es una suerte de “Transantia­go con dos ruedas”?

Esa es una interpreta­ción posible, desde luego. Sin embargo, en el caso del Transantia­go hay razones de diseño de ingeniería que hacían indispensa­ble la infraestru­ctura. No es el caso de las ciclovías. Aquí lo que la ley dice es: ordenémono­s en el espacio que existe con una mejor convivenci­a. No es que sea indispensa­ble la infraestru­ctura de ciclovías: es distinto el sentido.

En el tema portuario, ¿cuál es su balance de las negociacio­nes hasta antes del viernes pasado?

Creemos muy firmemente en que una vez que empieza el diálogo, uno ya tiene un camino de salida de los conflictos. ●

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