UN MAPOCHO MÁS LIMPIO
SEÑOR DIRECTOR
La columna de Rodrigo Guendelman del pasado sábado 15, titulada “El río Mapocho está más limpio que nunca”, deja una lección que quisiera rescatar.
Al explicar tanto la dimensión del problema como la solución a las aguas servidas que se vertían en el río, ilustra que los problemas medioambientales, para ser solucionados de raíz, deben atenderse desde su origen y no desde sus efectos inmediatos.
Volviendo al Mapocho, y a pesar de que su agua está limpia, su cauce no lo está. Del Parque Renato Poblete hacia el poniente, sus riberas albergan decenas de vertederos ilegales y ese es el principal problema medioambiental que el río experimenta hoy.
Sobre el mismo, hoy hay muchos que argumentan proyectos como el Mapocho Pedaleable como solución. Sin embargo, pensar una intervención de espacio público como solución para limpiarlo de los vertederos ilegales, sería como haber direccionando las aguas servidas a otro río en el pasado.
Si queremos acabar con los vertederos ilegales a lo largo del Mapocho y en Santiago, no justifiquemos proyectos urbanos en el río como solución a ello, eso sólo llevará esos residuos a otros lugares.
Tal como la solución a las aguas servidas del Mapocho estaba en generar la infraestructura para recibir, tratar y valorar estos residuos; la solución a los vertederos ilegales en el Mapocho está en potenciar aún más la industria del reciclaje.
Aunque hemos visto avances importantes en esta dirección, aún falta mucho por hacer, especialmente en industrias como la construcción, que se estima alimentan cerca de un 80% de los vertederos ilegales de la capital.
Juan Pablo Corral Arquitecto