CORNERSHOP Y LA FNE
SEÑOR DIRECTOR
En las últimas semanas hemos visto un debate en relación con las constantes críticas que ha sido objeto la Fiscalía Nacional Económica (FNE), atendida la decisión de instruir investigación por la adquisición de la empresa Cornershop por parte de Wallmart, y a la denegación de la exención del proceso investigativo solicitado por ambas partes, debido a las posibles consecuencias que esta operación puede acarrear en materia de libre competencia.
Se ha argumentado que, en cuanto a los recursos que se destinarán a esta investigación, “es tiempo perdido y plata perdida”, o “qué importancia tiene, si Cornershop es un operador chiquitito”, o “que (la FNE) se gaste el tiempo en cosas más importantes y útiles”.
En el DL 211, sus artículos 48 letra b) y 50 disponen expresamente que se ordenará investigación en operaciones de concentración cuando se adquieran “directa o indirectamente, derechos que le permitan, en forma individual o conjunta, influir decisivamente en la administración de otro”. La adquisición de Cornershop cumple con todos requisitos para ser investigada, y la orden de investigación constituye una obligación legal.
Para los que creemos en la economía social de mercado, la libre competencia es un elemento esencial para el funcionamiento de ésta y además es reconocido como un bien jurídico en sí mismo.
La Fiscalía Nacional Económica, al ser un órgano público, debe someterse rigurosamente al principio de legalidad en sus actuaciones. Si queremos un país con bajos índices de corrupción, con reglas claras para todos los competidores, es indispensable someterse al principio de igualdad ante la ley, con independencia del tamaño de las partes objeto de la operación.
Philip Carter