Paren el leseo
Pinochetistas versus allendistas. Redes sociales al rojo vivo. Qué debate más profundo e interesante. Daniel, el censurado, está a punto de explotar. Mónica interrumpe el retuiteo de sus propios elogios porque está desconcertada. Este mismo diario entrevista a un “decano liberal” para intentar comprender el fenómeno.
Jacqueline es reelecta presidenta del gremialismo. Triunfó el ala dura, comentan todos. Se les olvidó que la alternativa era brazo derecho de quien encabezó el partido en la época de las facturas truchas de Penta. O sea, ni tanto recambio.
Es el fenómeno Bolsonaro en Chile, afirman los más ilustrados, los opinólogos “con mundo”. Seguro que han seguido de cerca las designaciones del mandatario electo de Brasil. La revolución económica liberal se viene de la mano del populismo. Mezcla extraña. Habrá que ver si funciona.
Entre tanto rasgar vestiduras y pánico colectivo, los mismos que hoy manifiestan su disgusto parecen olvidar el verdadero origen de esta escoba.
¿Por qué tenemos diputados y diputadas que no dan el ancho? ¿Cuándo desaparecieron la cordura y la prudencia? ¿Dónde quedó el otrora admirado centro político?
Pues el día en que se les ocurrió que el voto fuese voluntario. Entonces los “me da lo mismo”, que suelen ser más bien tipos y tipas moderadas, dejaron de verse obligados a participar en las elecciones, mientras que los políticos (o los que querían jugar a ser políticos pero nunca lograron juntar los votos suficientes) impulsaron a sus leales para que acudieran en masa a los locales de votación.
¿El resultado? La movilización mayoritaria de los bloques más extremos, graficada en el paulatino deterioro de los Orrego, las Goic y hasta del eterno Lagos. No más centros políticos, no más consensos; bienvenidos los extremos y afírmense los pantalones.
Lo de Bolsonaro, mis respetables columnistas y opinólogos, no tiene ninguna relación con lo que ocurre en Chile. Suena bien, parece obvio, pero es distinto. Allá se reunieron tres elementos: la aversión al PT y su corruptela, la demanda valórica y la crisis de seguridad. Esos no son los factores que vemos por estos lados. Lo de acá es el resultado de la pura tontera electoral.