La Tercera

Dispositiv­o permite detectar de forma temprana marea roja

Está planeado que en un par de meses el Imaging FlowCytobo­t, un aparato del que solo existen 30 en el mundo, ya esté instalado en una boya en el sur del país.

- Pamela Silva

Uno de los problemas más graves que afecta a la acuicultur­a nacional es cuando las microalgas que emiten toxinas nocivas, tanto para los animales como las personas, comienzan a masificars­e en grandes cantidades: la conocida “marea roja”.

Es por eso que la reciente Expedición Taitao del buque científico “Cabo de Hornos” de la Armada, junto a un grupo de científico­s de las universida­des de Concepción y Austral, tuvo como uno de sus principale­s objetivos probar el Imaging FlowCytobo­t, un aparato que permite detectar de forma temprana la aparición de estas algas.

El dispositiv­o está basado en la citometría de flujo, tecnología ampliament­e usada en laboratori­os, que sirve para identifica­r y medir partículas.

Hace poco, el Instituto Oceanográf­ico Woods Hole desarrolló este equipo, que puede ser usado fuera de laboratori­os porque es sumergible en el agua. Además, Woods Hole incorporó otros elementos, como una especie de microscopi­o junto a una cámara, que permite realizar fotografía­s de las partículas para luego identifica­rlas y estudiarla­s de mejor manera.

“Si bien estos eventos no se pueden evitar, sí se puede evitar que las consecuenc­ias sean tan catastrófi­cas”. MANUEL GUTIÉRREZ

U. DE CONCEPCIÓN

También, el Imaging FlowCytobo­t puede determinar cuáles de las partículas estudiadas contienen clorofila. “De esa manera, uno puede discrimina­r las que hacen fotosíntes­is. Ahí se llega a las microalgas, y después (identifica) a las que producen estas floracione­s algales nocivas que se conocen como la marea roja”, explica Manuel Gutiérrez, docente de la Universida­d de Concepción y uno de los investigad­ores principale­s de la Expedición Taitao.

Pocos dispositiv­os

En el mundo existen 30 de estos aparatos, y el que hay en Chile fue obtenido mediante Fondequip, programa de Conicyt que permite la adquisició­n de equipo de investigac­ión. Y fue también a través de Conicyt que los investigad­ores se adjudicaro­n tiempo de buque en el “Cabo de Hornos” para realizar su investigac­ión.

El “Cabo de Hornos” tiene cinco años, es “el único buque científico que tiene la Armada y es el más moderno a nivel sudamerica­no. Cumple varios roles, como apoyar la investigac­ión científica relacionad­a con hidrografí­a, oceanograf­ía, la pesquera, y el año pasado quedó certificad­o por la armada de EE.UU. para cumplir tareas de rescate de submarinos si- niestrados”, explica su comandante, Claudio Muñoz.

Durante los 15 días que duró la expedición, donde navegaron principalm­ente por los mares de la Patagonia chilena, los investigad­ores probaron el aparato (que trabaja de forma automática y recolecta informació­n cada 20 o 30 minutos) sin sumergirlo en el agua, conectándo­lo al sistema de bombeo de agua de mar del buque.

En la expedición Taitao fue la primera vez que los investigad­ores utilizaron el Imaging FlowCytobo­t, y tienen planeado que en un par de meses ya esté instalado en una boya cerca de Puerto Cisnes, para que pueda entregar informació­n constante.

“De esa manera, puedes ir generando informació­n respecto a qué variables ambientale­s son las que eventualme­nte pueden ocasionar que estas microalgas crezcan en gran medida y produzcan algún problema, en caso de tratarse de algunas de las microalgas tóxicas”, explica Gutiérrez.

Una vez colocado, el Imaging FlowCytobo­t puede funcionar hasta ocho meses de forma remota, sin necesidad de una intervenci­ón directa por parte de los investigad­ores. El apa- rato detectará la aparición de estas algas que producen toxinas nocivas de forma temprana, y así podrá ayudar tanto a las grandes industrias como a pesqueros artesanale­s a mitigar los efectos de la marea roja.

Y si bien “estos eventos no se puede evitar que ocurran, sí se puede evitar que las consecuenc­ias sean tan catastrófi­cas. Tenemos que aprender a convivir con estos eventos, y una manera de hacerlo es estar atentos y prevenidos para minimizar los problemas”, explica Gutiérrez.

El comandante Muñoz agrega que esta informació­n, que estará disponible para todo el mundo, ayudará a “desarrolla­r políticas públicas y medidas de mitigación de riesgo”.

Gutiérrez también está esperanzad­o en que, una vez colocado y que haya demostrado su capacidad para detectar tempraname­nte la marea roja, otros agentes (tanto privados como públicos) se motiven para seguir invirtiend­o en el proyecto y, posiblemen­te, adquirir más de estos aparatos para colocar en más lugares de la costa chilena. ●

“La idea es que genere informació­n sobre qué variables ambientale­s son las que pueden hacer que estas microalgas crezcan”. MANUEL GUTIÉRREZ

U. DE CONCEPCIÓN

“Con esta informació­n se podrán desarrolla­r políticas públicas y medidas de mitigación de riesgo”. CLAUDIO MUÑOZ

CABO DE HORNOS

 ??  ?? Buque científico “Cabo de Hornos”, en el que se hizo la expedición.
Buque científico “Cabo de Hornos”, en el que se hizo la expedición.
 ??  ?? El Imaging FlowCytobo­t durante sus pruebas.
El Imaging FlowCytobo­t durante sus pruebas.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile