TENSIONES CRECIENTES EN EUROPA
SEÑOR DIRECTOR
La descripción de la situación de Europa, expresada en su interesante editorial del pasado lunes,corresponde desgraciadamente a una triste realidad y refleja el sentimiento que se tiene del extranjero sobre el futuro del continente europeo.
¿Se puede, sin embargo, llegar hasta hablar del “fin de Europa”, como el autor norteamericano al que se hace referencia?
Es necesario desconfiar de las predicciones demasiado definitivas. Se habló anteriormente del fin de la historia, del final de las guerras, mientras que florecen un poco por todas partes, violentas o latentes.
Lo que sí se puede afirmar, en cambio, es que Europa conoce hoy una “crisis existencial”, que las próximas elecciones al Parlamento Europeo deberían confirmar, o incluso acentuar.
¿Qué se visualiza en efecto? Ciudadanos cada vez más desconectados de sus dirigentes y, sobre ellos, una Europa personificada por su “Comisión Europea” acusada de todos los males y, sobre todo, de no preocuparse de su pueblo. Pero de quién es la culpa, de esos mismos dirigentes europeos que navegan sin brújula, a veces acusados de veleidades supranacionales, a veces de convertirse en tecnócratas alejados de las realidades y de las genuinas aspiraciones del pueblo y de sus necesidades de seguridad ante el problema migratorio y el más temido de todos : el terrorismo.
¿Qué hacen los gobernantes de cara a estas evoluciones? ¿Se volvieron “sonámbulos”, como lo eran sus antecesores de 1914, como lo escribe un agudo observador?
De ahí esta tendencia que se llama hoy el “dégagisme” y que prevalece no solamente en Francia, sino en muchos estados europeos.
Cada país, con sus caracterîsticas propias, reacciona y busca en otra dirección que la que ofrecen los partidos tradicionales, juzgados incapaces de responder a sus esperanzas, en términos de nivel de vida y seguridad. Sin embargo, como “no hay bien que por mal no venga”, el ejemplo del Brexit y de las dificultades inmensas que resulta para Reino Unido, ha tenido como efecto calmar las tentaciones de algunos partidos europeos de salir de la Unión Europea.
Así, Europa “no se termina”, sino que todavía no sale de su crisis actual.
Marcel Tremeau
Ex embajador de Francia Jaime Lagos
Ex embajador de Chile