“El Presidente debe asumir la condición de líder”
Cientista político brasileño: Según el académico de la U. Mackenzie, el mandatario tendrá que “aplacar los ánimos” de sus hijos y asesores más próximos.
Cientista político y académico de la Universidad Presbiteriana Mackenzie de Sao Paulo, Rodrigo Augusto Prando también es doctor en Sociología por la U. Estatal Paulista. Comentarista frecuente de la escena política brasileña, Prando considera que uno de los principales desafíos de Jair Bolsonaro será “asumir la condición política de líder y dejar el discurso de campaña a un lado”, según afirma en esta entrevista con La Tercera. Si bien reconoce que el nuevo Presidente de Brasil comienza una “luna de miel” con el electorado, también advierte que su administración “tendrá mucho trabajo interno para superar la crisis económica y disminuir los índices de criminalidad”.
¿Cuáles deben ser las prioridades del gobierno de Jair Bolsonaro?
La principal prioridad, creo yo, es que Bolsonaro asuma la condición política de líder y deje el discurso de campaña a un lado, es decir, su mayor desafío es gobernar. Tendrá que, internamente, con su equipo, hacer la gestión de ministros notorios y populares y, además, aplacar los ánimos y las palabras de sus hijos y de sus auxiliares más próximos, inclusive, del general Hamilton Mourão, su vicepresidente.
En declaraciones a Estadão Noticias usted dijo que el gobierno de Bolsonaro ya muestra sus fragilidades en relación al caso de supuesta corrupción que golpeó a su hijo Flávio. ¿Considera que comienza debilitado por este escándalo?
No empieza debilitado, pero, ciertamente, con desconfianzas, incluso porque el exchofer (del flamante senador Flávio Bolsonaro, Fabio Queiroz) todavía no ha aclarado los movimientos financieros atípicos. No olvidemos que parte de la campaña de Bolsonaro tuvo foco en la idea del combate a la corrupción y ataques directos a Lula y a los petistas. Veremos cómo se comportan sus electores y seguidores, ya que, casi siempre, han sido rápidos y duros en el ataque a la corrupción de otros políticos, y si ese comportamiento se repitiera con Bolsonaro y sus hijos, por ejemplo. Casi comienzan a tratar a Bolsonaro como puro, inalcanzable. Estarán muy cerca de décadas de discurso petista que, siempre, apuntaba el problema en los otros y nunca entre los suyos.
Una encuesta de Ibope muestra que el 75% de los brasileños cree que Bolsonaro está en el “camino coposible, rrecto” y el 65% que hará un gobierno “óptimo o bueno”. ¿Hay mucho optimismo sobre el nuevo gobierno en relación a otros presidentes? ¿Eso pone presión sobre la nueva administración?
Hay, sí, optimismo. Y es normal por cuenta, incluso, del cambio de año y de la esperanza de superación de una grave crisis económica y política legada por Dilma. Con eso, claro que el gobierno comienza una “luna de miel” con el electorado, pero tendrá que mostrar a qué vino muy rápidamente, so pena de perder ese apoyo en la sociedad e incluso entre los actores políticos.
El nuevo ministro de RR.EE., Ernesto Araújo, dijo que Brasil abandonará el Pacto Migratorio de la ONU. ¿Qué opina de esa decisión?
Creo que es una medida equivocada, como muchas otras: el cambio de la embajada (en Israel), las verbalizaciones acerca del cambio climático y un cierto alineamiento automático y mimetismo en relación al gobierno de Trump.
Bolsonaro dijo que hará todo lo “dentro de la legalidad y la democracia”, contra los regímenes de Cuba y Venezuela. ¿Qué medidas concretas pueden esperarse contra esos gobiernos?
Creo que pocas medidas concretas. Pienso que es más una cuestión de marcar posición ideológica contra la “izquierda” que, efectivamente, alguna acción. Él, Bolsonaro, tendrá mucho trabajo interno para superar la crisis económica y disminuir los índices de criminalidad, por ejemplo.
¿Qué piensa de la relación cercana que Bolsonaro tiene con las autoridades y políticos de derecha en Chile? ¿Cree que este vínculo puede perjudicar la relación tradicional entre Brasil y Argentina?
Desgraciadamente, no puedo opinar, porque no conozco nada dicho por el futuro ministro de Relaciones Exteriores. Sin embargo, Chile y Argentina son nuestros hermanos latinoamericanos y deben tener, de Brasil y del gobierno de Bolsonaro, respeto y pragmatismo en las relaciones comerciales y diplomáticas.b