LEY DE PAGO A 30 DÍAS, DE DULCE Y AGRAZ Luis Contreras
SEÑOR DIRECTOR
El proyecto de pago oportuno es una gran noticia para las pymes, ya que son las principales afectadas por las grandes empresas que negocian pagos a 90, e incluso, 120 días. Para qué hablar de los organismos públicos; si uno revisa sus estadísticas en la página de mercado público tienen innumerables reclamos por incumplimiento de pagos.
Ahora, que se dé pie para negociar en casos especiales el pago a 60 días, es algo ambiguo porque no aclara el contexto de esos casos. Este hecho podría transformarse en excusa perfecta para que algunos aleguen casos distintos a diestra y siniestra, perdiendo así el espíritu de la ley.
Preocupa también que el Servicio de Impuestos Internos (SII) indique que no posee capacidad humana y técnica para revisar –oportunamente- si corresponde o no el uso de IVA y que, además, el proyecto otorgue plazo de un año para resolverlo. El uso del IVA es fundamental, sobre todo, en las pequeñas empresas.
Al menos, la nueva ley contempla la obligatoriedad de la guía de despacho electrónica, que hasta esta hoy es opcional. En corto a mediano plazo, tanto la boleta como la guía de despacho serán totalmente electrónicas, aportando así al orden interno, trazabilidad de documentos y al primer paso de las pequeñas empresas a la transformación digital.