Ecoterroristas rechazan modernidad y festejan los desastres naturales
El grupo publicó ayer una foto y un video del que sería el artefacto que detonó en el paradero.
“Guerra a la civilización y al progreso humano”. Ese es uno de los fundamentos de los grupos ecoterroristas y que mantienen a las autoridades en la búsqueda de los integrantes del autodenominado “Individualistas Tendiendo a lo Salvaje-Chile (ITS)”, sospechoso de la colocación de un artefacto explosivo en un paradero de Vicuña Mackenna, dejando cinco lesionados
(ver nota central).
Ayer el grupo, que se hizo conocido el 13 de enero de 2017 por el atentado al expresidente de Codelco Óscar Landerretche, subió un comunicado en que da cuenta de cómo armó el artefacto que detonó en Vicuña Mackenna, señalando que “vamos al grano, tomamos la absoluta responsabilidad por el abandono de nuestro regalo explosivo en un paradero del Transantiago en pleno centro de la capital. Nuestro sobre-bomba estaba compuesto por un niple de acero artesanal. ¿Recuerdan ese niple con el que le reventamos los dedos al minero en 2017?, el mismo. Relleno con 100 gramos de pólvora negra cuya activación se genera al tirar de un cartón”.
Esta supuesta organización se ha adjudicado una serie de ataques previos a buses del Transantiago, incluyendo al menos dos bombas de tipo incendiario.
Caos de la Tierra
Los grupos ecoterroristas son una corriente presente en varios países del mundo y que demuestran su desprecio hacia la civilización y todo progreso tecnológico que afecte a la naturaleza y el medioambiente.
Son férreos críticos de la humanidad como tal y justifican los atentados explosivos, asesinatos y desastres, como respuesta al exterminio de las personas.
Incluso, celebran las catástrofes naturales que generan gran cantidad de heridos y fallecidos, desde la perspectiva de que se trataría de una respuesta natural al “intento de dominio” de los humanos en la tierra.
El abogado y exdirector de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), Gonzalo Yuseff, señala que estos grupos “tienen una organización difusa, con nombres llamativos y estructuras conforme a las necesidades operativas”. Es decir, se comunican entre ellos muchas veces sin identificarse y con distintas personas.
La quema de buses, atentados explosivos contra facultades universitarias de carácter científico y toda institución que tenga que ver con el progreso tecnológico, son blanco para los ecoterroristas.
Yuseff agrega que “tienden a rechazar la modernidad, a pesar de ocupar plataformas digitales para comunicarse. Tienen un discurso medio delirante en favor del fuego como un elemento que pueda indicar caos, y reaccionan en su favor”.
Los “Individualistas Tendiendo a lo Salvaje” de Chile publican a través de una página web todo atentado explosivo que ocurra en otros territorios del mundo, principalmente de Brasil y México.
Dicen no pecar de ingenuidad y ser extremadamente conscientes de las cámaras de seguridad que existen alrededor de las calles de las ciudades y otras medidas de seguridad para mantener el orden. “En esto llevamos años y sabemos de ser tan cautelosos como el puma, escondidos para saltar a dar el zarpazo”, señalaron desde su web los ITS, el pasado 1 de enero.