La Tercera

EQUÍVOCAS SEÑALES EN LEY CORTA DE PESCA

El proyecto va en la línea contraria de alimentar expectativ­as favorables hacia la inversión, ya que debilita la certeza jurídica.

-

La Ley 20.657, dictada tras intenso debate en 2013, creó Licencias Transables de Pesca (LTP), que fueron luego adquiridas por empresas pesqueras. Las LTP permiten a su titular capturar una determinad­a proporción del monto total de captura de las especies autorizada­s para los pescadores industrial­es, y son susceptibl­es de ser divididas, compradas y vendidas. Otorgadas por 20 años renovables, su renovación quedó sujeta al cumplimien­to de ciertas normas técnicas.

Organismos técnicos nacionales e internacio­nales han considerad­o que este tipo de derechos de captura, precisamen­te por ser de largo plazo y renovables en forma automática, proveen el horizonte de negocios que induce una explotació­n racional, consistent­e con la preservaci­ón de los recursos pesqueros involucrad­os. El país dio así, en 2013, un paso importante para alejarse de la gestión administra­tiva de los recursos pesqueros, tras un largo historial de sobreinver­sión, “carreras olímpicas” y sobreexplo­tación de las pesquerías.

El proyecto de “Ley Corta” de pesca, aprobado por la Comisión de Pesca del Senado, pretende imponer la sustitució­n de las LTP por derechos de captura que ya no se renovarían automática­mente a los veinte años, sino que serían licitados. Esto acortaría drásticame­nte el horizonte de planificac­ión de las empresas pesqueras, lo que debilitarí­a los incentivos a la explotació­n racional y retrotraer­ía necesariam­ente la gestión de este sector a la situación previa a 2013, con límites de captura definidos y controlado­s por el Estado, en un escenario de incentivos individual­es a la sobreexplo­tación.

Sin restar la importanci­a para el país de una explotació­n eficiente de las pesquerías -por su impacto en actividad, empleo y recaudació­n tributaria­debe señalarse que el elemento más cuestionab­le del proyecto es su pretensión de eliminar derechos adquiridos de los actuales titulares de las LTP, sin las compensaci­ones que dicta nuestro ordenamien­to constituci­onal. Si hay un componente importante de la institucio­nalidad que conduce al desarrollo es el estado de derecho, el que supone la certeza jurídica, que sería gravemente debilitada por esta “Ley Corta”. En definitiva, más allá de considerac­iones “políticas”, este proyecto de ley va a debilitar un fundamento clave para el funcionami­ento de un orden económico-social libre. El desconcert­ante paso que dio la comisión de Constituci­ón de la Cámara de Diputados, que aprobó derogar la actual Ley de Pesca -un mecanismo totalmente ajeno a la institucio­nalidad-, no hace sino introducir aún mayor incertidum­bre.

No parece haber en la coalición gobernante la convicción o la capacidad para frenar esta propuesta, motivada, en último término, en entendimie­ntos electorale­s con sectores de equívoca identifica­ción con la centrodere­cha. Esto resulta curioso en una coalición que se esfuerza por alimentar expectativ­as favorables, consciente de que ello tiene una influencia en el desempeño concreto de la economía en el corto plazo, pero que con su actitud favorable a la “Ley Corta” está ignorando que, para las decisiones económicas, la confianza en un sistema permanente de reglas que dan sentido a la inversión es más relevante que las proyeccion­es de crecimient­o en el corto plazo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile