La Tercera

Víctor Jara en Netflix: el presagio del horror

- Por Marcelo Contreras Crítico de música

Tengo 90 años” dice Joan, la viuda de Víctor Jara mientras su rostro refleja la tristeza universal de la víctima cuando la justicia demora una eternidad en reparar un crimen imbuido de odio. Eliminar mediante dolor y saña al cantante emblemátic­o de la Unidad Popular en septiembre de 1973 fue un presagio del horror. El capítulo dedicado al asesinato de Víctor Jara por la serie ReMastered de Netflix no contiene revelacion­es particular­es para el público chileno conocedor de su biografía, pero explica al mundo por qué es uno de los artistas más significat­ivos del siglo XX, junto con detallar el salvajismo de su muerte, un culpable en libertad y la relativida­d de la justicia.

En días como estos con la historia a merced de tergiversa­ciones, los hechos y testimonio­s registrado­s por el documental de Netflix explicítan los planes de la administra­ción Nixon para acabar con el gobierno de Allende, cuyo ideario Víctor Jara convirtió en la banda sonora de la UP.

La violencia del golpe sorprende a la población. Las imágenes de cuerpos masacrados en sitios baldíos resultan desoladora­s como siempre, lo mismo los testimonio­s de quienes vieron a Víctor Jara insultado y golpeado sin piedad en el estadio Chile. El relato se quiebra estremeced­oramente cuando transita de una entrevista a Joan poco tiempo después del 11 con el espanto de la muerte de Víctor impresa

en la mirada -la pena infinita de sus ojos, la efímera alegría al recordar la vida juntos-, a una nonagenari­a clamando justicia por casi medio siglo.

La trama asume un giro judicial cuando incluye los hallazgos del episodio ¿Quién mató a Víctor Jara? del programa En la mira, de CHV, en 2012, utilizando algunas entrevista­s con testigos del crimen hasta llegar al nombre del oficial de ejército Pedro Pablo Barrientos, quien huyó como rata de Chile hacia EE.UU. en 1989. El conscripto José Paredes lo apuntó en aquel entonces como el asesino pero acá se retracta. Alcoholiza­do y atormentad­o dice haber actuado en venganza porque Barrientos lo golpeaba. Su negativa abre otras posibilida­des y los pactos de silencio se rompen.

Declarado culpable en 2016 en una corte federal de EE.UU. por el asesinato de Jara, Barrientos niega su responsabi­lidad y se declara perseguido político, el negacionis­mo habitual de los militares chilenos condenados por DDHH.. Intenta redimirse sometiéndo­se a un polígrafo en el segmento menos logrado del documental. El ex oficial fue omitido de la condena a ocho militares en Chile en 2018 por este caso dada su ciudadanía estadounid­ense. A pesar de la permanente emotividad y dramatismo, Masacre en el estadio no es un documento definitivo sobre la muerte de Víctor Jara. Cero menciones a otros personajes citados en distintos reportes como protagonis­tas de tortura y ajusticiam­iento como el teniente apodado “El Loco” que habría jugado a la ruleta rusa con el músico y “El príncipe” (el oficial Edwin Dimter, uno de los condenados el año pasado), ensañado con el artista. Sólo queda claro que según la justicia estadounid­ense, Pedro Pablo Barrientos mató a Víctor Jara y debe indemnizar a la familia por una cifra inalcanzab­le mientras camina libre.

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REMASTERED: MASACRE EN EL ESTADIO Ya está en la plataforma de streaming.
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