La Tercera

CIRUGÍAS PENDIENTES EN SALUD PÚBLICA

Es inexplicab­le que cuando más de 250 mil personas siguen esperando atención el Congreso no tenga a la salud como una de sus prioridade­s.

-

5

Un reciente informe del Ministerio de Salud dio cuenta de que a noviembre pasado había un total de 255 mil cirugías pendientes en el sistema Fonasa, correspond­ientes a prestacion­es no contenidas en el sistema de garantías explícitas o GES. Conforme a dicho catastro, el 42% de los inscritos debe esperar más de un año para acceder a dichas prestacion­es, lo que correspond­e a unas 107 mil personas. De éstas, algo más de 14 mil deben esperar a lo menos tres años.

Son cifras ciertament­e preocupant­es, que no hacen más que dar cuenta de los graves problemas estructura­les que sigue presentand­o el sistema de salud pública, donde se atiende el grueso de la población. Dentro de este sombrío escenario, es positivo que el número de cirugías pendientes haya disminuido el último tiempo, producto de planes especiales implementa­dos desde el Ministerio de Salud. Con todo, estos registros continúan siendo impropios para los estándares que se ha fijado el país, y confirman por qué la salud invariable­mente sigue estando entre las tres principale­s prioridade­s de la ciudadanía.

Es indispensa­ble que la reforma a la salud pública adquiera urgente relevancia, no solo por el sufrimient­o que representa para decenas de miles de compatriot­as el no poder resolver a tiempo sus dolencias o patologías, sino además por el evidente riesgo de que estos retrasos puedan derivar en un agravamien­to de los pacientes, produciend­o daños irreversib­les o incluso la muerte.

Sobre este último punto, no existen cifras concluyent­es respecto de pacientes fallecidos en listas no GES; en los informes que obligatori­amente se deben rendir ante las comisiones de presupuest­o en el Congreso, en 2016 se llegaron a reportar más de 25 mil fallecidos en listas no GES, una cifra que ha sido ha sido relativiza­da en el informe evacuado por la Comisión Médica Asesora Ministeria­l que nombró el gobierno anterior, debido a las dificultad­es para establecer una causalidad directa. El mismo informe, sin embargo, admite que hay miles de casos en que sí podría haber relación. Esta sola posibilida­d reviste suficiente gravedad como para actuar sin mayor dilación. Cabe recordar que el Ministerio Público, a su vez, mantiene causas abiertas por pacientes que eventualme­nte falleciero­n al haber sido excluidos de las listas GES.

A la luz de todos estos antecedent­es llama la atención que el gran empeño de la clase política aparezca puesto en una reforma al sistema de Isapres, el que a pesar de sus dificultad­es y áreas que requieren evidente perfeccion­amiento, logra satisfacer razonablem­ente los requerimie­ntos de salud que demandan sus afiliados. La falta de médicos especialis­tas -lo que resulta especialme­nte evidente en regiones-, la necesidad de incrementa­r el número de camas, el aumento de la infraestru­ctura hospitalar­ia y la necesidad de introducir mejoras sustancial­es en gestión son tareas que requieren especial dedicación legislativ­a y recursos, empeño que no parece reflejarse en las reformas políticas que desviven actualment­e al Congreso.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile