Zonas de catástrofe: efectivos resguardan labor de brigadistas y escasea el agua
Minvu catastró 41 viviendas afectadas por el fuego, 27 con daño total. Hasta ayer eran 24 los incendios activos en el área.
Numerosos efectivos de las Fuerzas Armadas comenzaron a desplegarse desde el martes en las zonas declaradas en estado de excepción de catástrofe de las regiones de Biobío, La Araucanía y Los Ríos.
Solo en La Araucanía, 550 efectivos se sumaron a las labores de control del orden público. Y en las zonas de Carahue, Cholchol y Galvarino, que mantienen siniestros activos, la presencia militar se nota: cada brigada es acompañada por uno o dos efectivos armados, para velar por la continuidad de sus labores.
El general del Ejército, Rodrigo Pino, está al mando de la zona: “Tengo la labor de que el orden público se cumpla”, dijo, añadiendo que “de acuerdo a los protocolos que tiene cada una de las instituciones que integra las brigadas forestales, si en la necesidad de salvaguardar la vida de esas personas tuvieran que hacer uso de sus armas de fuego, indudablemente lo que establece la ley y los procedimientos, es que ellos lo podrán hacer”.
Pino, además, descartó restringir libertades como el libre desplazamiento, pero aclaró que se aplicarán otras medidas, “como el restringir la venta de combustible en envases que no sean propios de vehículos”.
Alexander Vásquez, albergado con sus dos hijos y su señora, debido a que su casa, ubicada en Cholchol, está en la zona del fuego, relató que “el sector donde vivo es campo y hemos visto varios camiones con militares. La presencia militar se nota”.
En tanto, el contraalmirante Carlos Huber quedó al frente de la Región del Biobío y al mando de “4.800 hombres, de los cuales, aproximadamente la mitad, están destinados para el orden y la seguridad, y el resto para labores logísticas”. Tras un sobrevuelo en la zona, la autoridad informó que “los dos focos más importantes que visualizamos están en TirúaCañete y Los Ángeles”.
Falta de agua
El daño que han sufrido los caminos ha impedido el acceso de suministros vitales. “Los camiones aljibes que nos abastecen de agua no están llegando hace una semana”, dijo Jaime
Huincahue, del Parlamento Autónomo mapuche Koyang, en La Araucanía. “Necesitamos comprar cerca de 80 estanques de agua para poder reparar los que las familias perdieron en los incendios”, agregó José Nain, dirigente de la comunidad de Pangueco.
Por su parte, el lonko Alejandro Toro Huentecura, de la comunidad de Carahue, informó que los daños “son muchos. Pérdida de siembras, casas, pequeños bosquetes que se quemaron”.
Balance de siniestros
A nivel nacional, solo considerando este mes, Conaf registra hasta la tarde de ayer 349 incendios en el país -35 de los cuales se mantenían en combate y de ellos 24 en la zona de excepción- que habían consumido 17.215 hectáreas, siendo La Araucanía la región más afectada. Considerando la temporada, iniciada en julio de 2018, la superficie devastada supera las 30.989 ha: un 23% que lo registrado en el período anterior.
Aysén, que presenta dos alertas rojas, debió enfrentar las llamas, que arrasaron la zona aledaña a las Catedrales de Mármol.
En las zonas afectadas son más de 2.800 los efectivos y voluntarios los que se encuentran combatiendo los siniestros, apoyados por 53 aeronaves. A estos esfuerzos se ha sumado el sector privado. La Corporación de Madera precisó que 2.500 brigadistas apoyan las labores y 51 aeronaves.
La forestal Arauco, asociada a Corma, ha colaborado con más de 1.390 brigadistas, 15 helicópteros y 13 aviones. Por su parte, la Compañia Manufacturera de Papeles y Cartones ha dispuesto más de 1.000 brigadistas, 20 aeronaves y software para estimar la propagación del fuego.
Además, hoy se sumará al control del fuego el avión DC-10 Air Tanker, que combatió los recientes incendios de California y que tiene una capacidad de lanzar 36 mil litros de agua.
Daños
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) cifró en 41 los inmuebles afectados, todos en La Araucanía, por los incendios. De ellos, 27 tienen daño total y el resto, parcial.
Desde el Minvu, informaron que, para facilitar la reparación, se entregarán los primeros subsidios para los daños más leves durante la próxima semana.
Asimismo, la CMPC informó que contribuirán a la reconstrucción. “Viendo los excelentes resultados que tuvimos en el proyecto de reconstrucción en Santa Olga, queremos volver a darles esperanza a quienes perdieron sus hogares en los incendios”, señaló el gerente de Asuntos Corporativos, Guillermo Turner.
El ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, dijo que “todos los aportes serán bien recibidos y su conducción como administración es responsabilidad del Estado. Las viviendas a entregar deben cumplir con todas las exigencias técnicas”.