“La religiosidad no es un fenómeno social como en la era del Shah”
Mañana se cumplen 40 años de la llegada al poder en Irán del ayatola Jomeini y de la proclamación de la República Islámica. Tres expertos entregan a La Tercera sus impresiones sobre este hito histórico que, para muchos, cambió el mapa geopolítico mundial.
Para Bayandor, la teocracia gobernante está siendo confrontada en la actualidad por una reacción cultural.
Darioush Bayandor fue un diplomático iraní que ejerció durante el gobierno del Shah Mohammad Reza Pahlavi. Tras la revolución se fue a trabajar a la ONU en Nueva York. El año pasado publicó una alabada historia de la revolución, The Shah, the Islamic Revolution and the United States.
¿Cuáles consecuencias de la revolución se pueden ver hoy?
Las cuatro décadas de teocracia han provocado una profunda falla de la sociedad internamente y un estatus de paria en la escena internacional. La generación que nació después de la revolución tiene buena educación, es vibrante y conectada, pero la religiosidad ya no es un fenómeno social como lo era en los tiempos anteriores a la revolución. Tal como en los 60 bajo el Shah, una revolución cultural silenciosa se ha imbuido en las mentes de la juventud de clase media con la adulación del islam chiita como el credo de protesta, que fue un factor importante en el clima revolucionario a fines de los 70. La gobernante teocracia está siendo confrontada con un reacción cultural de cuatro décadas de incesante islamización.
¿Qué eventos geopolíticos gatillaron la revolución?
En los primeros días de su fundación, la República Islámica estableció la unidad de las comunidades chiitas. Según la doctrina que mantuvo el ayatola Jomeini, las comunidades chiitas en Irak, Líbano, Bahrein, los zaidíes en Yemen, las tribus hazara en Afganistán y las minorías chiitas en otras zonas en la región formaron
parte de una sola gran nación. La gobernante secta alauita en Siria también fue reconocida como una filial chiita. Los mayores eventos geopolíticos ocurrieron en Irak y Líbano. Jomeini quería replicar la Revolución Islámica en Irak y esto llevó a la invasión de Irán por Saddam Hussein.
¿Cree que la revolución cambió el rol de EE.UU.?
Al introducir la religión en la política, la revolución cambió radicalmente el panorama geopolítico en Medio Oriente. Irán bajo el Shah era un aliado de Estados Unidos y tenía respeto por Israel. A mediados de los 70 las relaciones con la mayoría de las capitales árabes eran también amigables. Este patrón se desmoronó después de la revolución y Estados Unidos tenía que ajustar sus políticas a las nuevas realidades.b
“Las cuatro décadas de teocracia han provocado una profunda falla de la sociedad internamente y un estatus de paria”. “Al introducir la religión en la política, la revolución cambió radicalmente el panorama geopolítico en Medio Oriente”.