PROPUESTA DE FELIPE KAST
SEÑOR DIRECTOR
Lo que el senador Felipe Kast llama un “sistema solidario” consiste en que los estudios superiores se financiarían con lo que el Senador llama un “impuesto” que pagarían los egresados, con una tasa de un 10% de sus ingresos, durante 10 años o durante el plazo menor necesario para “devolver” el costo de los estudios.
Se trata de un sistema doblemente irracional: en principio, es como un seguro social, en que cada uno contribuye de acuerdo a sus capacidades y recibe de acuerdo a sus necesidades. Un seguro social es fiscalmente responsable cuando el déficit creado por quienes contribuyen menos que lo que reciben es compensado por el superávit creado por los que contribuyen más que lo que reciben. El sistema inventado por el Senador tendrá ese déficit (beneficiarios que contribuirán menos que lo recibido) pero no ese superávit (porque cuando un beneficiario “devuelva” lo recibido dejará de pagar).
En segundo lugar, es un impuesto insólitamente regresivo. El impuesto es por “un máximo del 10% de tus ingresos por un máximo de 10 años”: lo que cada uno ha de pagar es variable. ¿Quiénes pagarán los máximos? La sorprendente respuesta es: los que tengan menores ingresos. Los pobres han de pagar el máximo.
Las dos irracionalidades tienen un origen y una solución común. Un impuesto es calculado conforme a un criterio de capacidad contributiva, no por referencia a lo que el contribuyente haya recibido previamente. Si cuando el Senador dice “impuestos” se tratara efectivamente de impuestos (en rigor “cotizaciones”), calculados por referencia a la capacidad contributiva y no a lo recibido, todos pagarían la misma tasa por el mismo tiempo, y el sistema sería de verdad solidario; y por ser solidario sería fiscalmente responsable (el superávit de unos compensaría el déficit de otros).
Fernando Atria