La U sigue extraviada
En el estreno por el campeonato local, el equipo de Kudelka solo iguala con Cobresal. Los laicos no muestran mejorías. Benegas anotó a los 27 segundos, pero los azules no supieron ganar. En el complemento fueron ampliamente superados.
Tensión palpable. Sensaciones complicadas. El inicio del campeonato nacional no asomó en el mejor momento para Universidad de Chile, tras la eliminación en la fase 2 de la Copa Libertadores ante Melgar, derrumbándose tempranamente un objetivo clave en la temporada de los azules (tanto deportivo como económico). El debut ante Cobresal fue una extensión de lo sucedido contra los peruanos.
El elenco azul no puede salir del pantano en el que se encuentra y solo empató 1-1 en Ñuñoa. Ojo: bien lo pudo perder.
En la tienda laica, la misión era sacudirse del fracaso ante los mineros, que retornan a Primera División, sobre todo para darle aire al cuestionado proceso liderado por Frank Kudelka. Se demoraron 27 segundos en hacer lo que no hicieron en 180 minutos contra Melgar: un gol. Un cabezazo de Leandro Benegas, en el centro del área, abrió la cuenta. El golero Sebastián López estaba mal ubicado.
Ese inicio eficaz daba la impresión de un despegue, tan necesario en ese equipo, sin embargo el paso de los minutos mostró las mismas deficiencias que acarreaban. La principal es que no tiene generación de juego, lo que conlleva una escasa alimentación a sus delanteros. Por sus características, Pablo Parra lo intentó, con éxito relativo.
Para fortuna del cuadro del chuncho, Cobresal tampoco tenía una elaboración muy pulcra. El planteo de Gustavo Huerta apostó por la salida por las bandas y ataques más directos. Pero Johnny Herrera no sufrió en su área en la primera parte.
El gol de Benegas era lo único que marcaba algún tipo de diferencia, porque la U no era superior a su rival.
Por lo mismo, el público presente en el Nacional manifestaba su disconformidad con sonoras pifias.
Los mineros arriesgaron para el segundo lapso. Tuvieron más el balón y presionaron más cerca del área contraria. Una media vuelta de Marcos Figueroa (47’) y un mano a mano que falló Felipe Reynero (se lo atajó Herrera en los 68’) eran indicios de que estaba cerca el empate. Y el riesgo de la visita tuvo premio en los 70’, gracias a una hermosa volea de Reynero luego de un envío de Lino Maldonado. Si Cobresal hubiera tenido más precisión, seguramente lo ganaba.
El empate era negocio para los albinaranjas. Por lo mis- mo, bajaron la intensidad y aguantaron hasta el final. El empuje postrero de la U fue insignificante, buscando un gol que le diera la victoria y aire para un proyecto (el encabezado por su entrenador) que no encuentra salida visible. La temporada se complicó para los universitarios, y eso que el año está comenzando.b