Sudamericana: U. La Calera clasifica en Brasil
En su primer duelo fuera de Chile, U. La Calera igualó 1-1 ante Chapecoense con un jugador menos durante 48 minutos y avanzó a la segunda fase de la Sudamericana.
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Para esto apostaron fuerte en La Calera. Para esto se reforzaron con figuras de la talla de Larrondo, Batalla o Bou. Para esto viajaron casi 400 hinchas a Brasil. Para no ser comparsa. Para cambiar la imagen del fútbol chileno. Para dar sorpresas como la de anoche, cuando eliminaron a Chapecoense tras em-
patar 1-1 a domicilio y avanzar a la segunda fase de la Copa Sudamericana.
Empezó mal el cuadro cementero en el Arena Condá. Incómodo, corriendo detrás de la pelota, con ganas de resetear el partido, de empezarlo de nuevo. No estaba en cuerpo ni en espíritu. Quizás, preso de los nervios del primer partido fuera del territorio chileno en toda la historia de la institución.
Augusto Batalla, el meta del cuadro nacional, salvó la apertura de la cuenta. Parecía cosa de tiempo el 1-0. Pero, cosas del fútbol, una desatención en la defensa del Chape le dio vida a los caleranos.
Y fue justamente otro de los grandes refuerzos del fútbol chileno el que hizo callar a los brasileños. Walter Bou apareció en el segundo palo, con una gran sensación de oportunismo, de estar donde se debe estar. Poco a poco, el hombre con la mayor tasación de todo el balompié criollo comienza a responder a ese cartel, porque ya había con-
vertido el fin de semana en el torneo.
Las cosas, eso sí, se pusieron cuesta arriba para los dirigidos por el joven Francisco Meneghini. Erik Figueroa se fue expulsado por doble amarilla (la segunda desacertada) cuando apenas se jugaban 42 minutos. Con diez, La Calera más se preocupó de defender. Pasa que también tenía el resultado a su favor, porque el gol de visita obligaba a Chapecoense a anotar dos para avanzar de ronda.
Consiguió uno de esos dos el cuadro dueño de casa. Fue Everaldo, a los 50’, cuando los cementeros se acomodoban en el arranque del segundo lapso, aún asimilando lo que implicaba jugar con un futbolista menos y de visita.
Tuvieron que trabajar, y mucho, los zagueros caleranos. Una y otra vez Chapecoense merodeaba el área, sacaba centros y todo, o era rechazado, o se lo quedaba Batalla, o se iba fuera de los tres palos. La tensión fue máxima hasta el final. Si La
Calera celebraba hasta los saques de costado a favor. Todo valía con tal de ganar tiempo y evitar el gol rival, que finalmente no llegó.
La Calera avanzó en la Sudamericana y ahora espera el sorteo para conocer a su rival. Qué importa quién venga si los cementeros ya hicieron historia. Aunque quizás para ese grupo de jugadores aún no es suficiente y quieren seguir escribiendo páginas doradas en ese libro.b