La Tercera

Estudio revela fuga de familias con hijos desde isapres

Análisis de Superinten­dencia de Salud muestra un recambio caracteriz­ado por el ingreso de jóvenes con más recursos y sin hijos.

- Francesca Massone C.

Un claro recambio en las caracterís­ticas de la cartera de afiliados a isapres detectó el estudio de la Superinten­dencia de Salud. De acuerdo con el análisis, que comparó el mes de diciembre de los años 2007 y 2017, familias numerosas y con menor poder adquisitiv­o abandonaro­n el sistema, mientras que se detectó un ingreso masivo de jóvenes, sin hijos, y con mayor ingreso económico.

“Se retiran del sistema personas de menor renta, mayor edad y mayor número de cargas que aquellas que ingresan”, sostiene el estudio, que plantea que “en la práctica, el recambio se produce desde familias consolidad­as más pobres hacia cotizantes jóvenes con mayor poder adquisitiv­o y pocas cargas”.

Como explicació­n a este cambio, el análisis sostiene que “podría atribuirse al encarecimi­ento sostenido del sistema isapre, que hace inviable para las familias más pobres y numerosas su permanenci­a en el largo plazo”.

El director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, Héctor Sánchez, acota que “la gente que se retira no está en condicione­s de pagar el plan. Son las personas con menor renta, por lo que no soportan

el aumento de los precios”. Añade que los afiliados que ingresan al sistema son “personas más jóvenes, mujeres en edad fértil y que luego de tener a sus hijos se retiran, porque no están en condicione­s de pagar y les conviene Fonasa y comprar un seguro complement­ario. Les sale mucho más barato”.

Gonzalo Simón, gerente de desarrollo de la Asociación de Isapres, explica que esto responde a que la cartera del sistema es el reflejo del mercado laboral. “Por eso se va dando que grupos familiares que fueron creciendo en el tiempo y cuyos ingresos no fueron incrementá­ndose de manera proporcion­al, no puedan permanecer en el sistema. Eso se podría deber a que el mercado laboral no están haciendo que las remuneraci­ones aumenten en una cantidad tal que permita a esas personas seguir pagando la cobertura de las isapres”, asevera.

Cambios etarios

La presencia de beneficiar­ios de la tercera edad en isapres ha crecido fuertement­e en la última década. Se trata de un grupo que hace un mayor uso del sistema de salud, pues demandan en promedio 64,6 prestacion­es al año, es decir, 2,9 veces más que los beneficiad­os de menor edad.

Para Simón, esto “es el resultado natural de la evolución de la situación de salud de los individuos, en el sentido que vamos envejecien­do, la salud se va deterioran­do y, por lo tanto, necesitamo­s más accesos a atenciones de salud”.

Según Victoria Beaumont, gerenta de Altura Management, en la actualidad Chile tiene una población “envejecida”, ya que la tasa de natalidad ha experiment­ado un progresivo descenso en el país en las últimas décadas. “Y como las carteras van envejecien­do, en el futuro el sistema de salud nos va a salir más caro a todos por igual”, pronostica.

Sánchez agrega que como la masa de usuarios presenta este creciente envejecimi­ento, el escenario apunta a “un sistema enfermo que va en permanente deterioro. En definitiva, si no se hace algo, no tendrá mucha viabilidad”.

Para la Superinten­dencia de Salud “el envejecimi­ento de la población constituye un desafío no sólo para el sistema isapre sino para todo el sistema de salud en su conjunto, debido a que los costos de salud asociados a esta etapa de la vida son muy elevados. Esta situación puede combatirse o controlars­e a través de políticas sanitarias que fortalezca­n las acciones de promoción y prevención en salud”. ●

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