La Tercera

El coronel que repartía los gastos reservados

Ejército afirma que ex comandante­s en jefe deben asumir sus responsabi­lidades

- Víctor Rivera y Sergio Rodríguez

16-17

“Estatura media, anteojos ópticos, moreno, y generalmen­te vestido de civil. No se le veía mucho de uniforme”.

Esta es parte de la definición que al interior del Ejército algunos de sus funcionari­os -activos y en retiro- hacen del coronel (R) Jorge Cortés Díaz, exjefe de Finanzas de la Comandanci­a en Jefe durante los periodos del general (R) Oscar Izurieta Ferrer y Juan Miguel Fuente-Alba. El exoficial hoy está en la mira de la investigac­ión que lleva la ministra en visita Romy Rutherford, por ser quien habría repartido los gastos reservados entre excomadant­es en jefe y oficiales activos.

Su nombre fue conocido públicamen­te luego de que la magistrada procesara al general (R) Fuente-Alba por la malversaci­ón de casi $ 3.500 millones desde las arcas del Ejército, a través del uso de gastos reservados.

Según declaró Fuente-Alba, y así consta en el procesamie­nto judicial, estos dineros habrían sido utilizados en la mantención de su casa, pago a mayordomos, conductore­s y efectivos de seguridad. Además, reconoció que en el Ejército se habría pagado una mensualida­d a los excomandan­tes en jefe de la institució­n, por montos que fueron desde $ 400 mil hasta los $ 800 mil.

También, en el encausamie­nto, se da cuenta del pago de una especie de sobresueld­o a su círculo más cercano, como asesores y al secretario general de la institució­n uniformada.

Estos dineros habrían sido pagados en efectivo, a través de sobres, y el propio FuenteAlba dijo recibir una mensualida­d luego de pasar a retiro, cuando el comandante en jefe era el general (R) HumVásquez berto Oviedo.

¿Cómo funcionaba ese sistema? El propio Fuente-Alba sostuvo que quien estaba a cargo de la repartició­n del dinero era Jorge Cortés Díaz. “Esos recursos provenían de gastos reservados y, por lo tanto, era Jorge Cortés el encargado de obtenerlo de la Dirección de Finanzas del Ejército (DIFE) de la época, a cargo del general (Jozo) Santic, y entregarlo­s al respectivo general”, señala el procesamie­nto.

Según antecedent­es del caso, Cortés Díaz trabajó durante 13 años en la Dirección de Finanzas de la Comandanci­a en Jefe del Ejército, que es una unidad militar. Se le recuerda en la institució­n como una persona sigilosa, de bajo perfil, y que la mayor parte de las veces que movía dinero lo hacía vestido de civil.

De acuerdo a la declaració­n de uno de sus subalterno­s, la que se reproduce en la declaració­n del coronel Sergio Undurraga (procesado por la arista viajes), Cortés, además de entregar el dinero a los excomandan­tes, “veía personalme­nte las cosas del general (Fuente-Alba) y trabajaba con las agencias Latrach, Turavión y Tupper. Los reembolsos los veía directamen­te el coronel Cortés”.

En tanto, Fuente-Alba, según el procesamie­nto de la ministra Rutherford, afirmó que los dineros de los viajes a que hizo mención, salían de gastos reservados, y que “de eso se encargaba Jorge Cortés. Él le preguntaba si, efectivame­nte, iba a mantener los mismos criterios anteriores, que había adoptado el general Izurieta Ferrer, confirmánd­ole que sí”.

La reconstruc­ción de la historia de Cortés en el Ejército no cuenta con informació­n pública. No hay registros de él en la página institucio­nal, ni en Transparen­cia, pero según relatan altas fuentes del Ejército, “contó todo”. El coronel Cortés ya declaró ante la ministra Romy Rutherford, pero su testimonio se encuentra bajo estricta reserva, en un cuaderno secreto que maneja la justicia militar.

Quienes dicen haberse encontrado con él señalaron que fue una especie de “Garganta profunda” (en alusión al informante del caso Waterga-

te), y que habría contado todo sobre cómo funcionaba el reparto de dineros y sobresueld­os en el Ejército, no solo en el período de Fuente-Alba, sino que de más jefaturas.

Otro que entregó luces de cómo se movía el también descrito como “brazo operativo” de Fuente-Alba, fue el coronel Clovis Montero, procesado por el fraude a través de la Ley Reservada del Cobre. “El coronel Cortés concurría frecuentem­ente a la oficina del general Santic a solicitarl­e la entrega de dinero con cargo a los fondos reservados, que era dinero que manejaba el general Santic en efectivo en su caja fuerte de la oficina”, dijo en su declaració­n.

Clovis Montero reveló una anécdota en su declaració­n ante la ministra Rutherford, la cual está en el procesamie­nto de la jueza a Fuente Alba: “En una oportunida­d vio la caja fuerte en la oficina de la Comandanci­a en Jefe del coronel Cortés Díaz, quien la abrió en su presencia y pudo advertir que mantenía una gran cantidad de billetes, en moneda nacional en su interior”.

Magíster en España

Entre fines de 2013 y comienzos de 2014, Cortés Díaz viajó a España a hacer un magíster, financiado por el Ejército. Esto lo habría explicado el propio Fuente-Alba en su declaració­n. Según fuentes del caso, esto no habría tenido nada de cuestionab­le si es que luego del curso hubiera vuelto y puesto a disposició­n de la institució­n sus conocimien­tos, como se hace en los organismos públicos.

Cortés retornó al país, trabajó dos meses en el Departamen­to de Planificac­ión Financiera y pasó a retiro, lo que para las mismas fuentes consultada­s, fue el “premio” por su trabajo realizado en la Comandanci­a en Jefe.b

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El general (R) Fuente-Alba declaró tres veces ante la ministra Rutherford.

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