“Una de las características del feminismo es la diversidad”
“(El feminismo) ha ido incorporando nuevas concepciones y expresiones de lucha política sin dejar de lado sus argamasas fundamentales”.
En 2013, la antropóloga Sonia Montecino recibió el Premio Nacional de Humanidades en reconocimiento a sus investigaciones sobre etnográficas y género. En los 90 fue ella una de las fundadoras del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (Cieg) que depende de la Facultad de Ciencias Sociales de la U. de Chile.
El petitorio del colectivo 8M abarca desde “fin a la violencia política, sexual y económica hacia mujeres” hasta el fin de las AFP. ¿Es beneficioso para el movimiento tener demandas que exceden los temas de género?
En rigor, nada excede los temas de género, pues en todas las esferas de la vida social hay hombres y mujeres, y las inequidades, está demostrado, se revierten siempre más en las segundas. El riesgo es más bien el rédito que las demandas puedan tener en sectores políticos específicos que solo utilicen estas banderas y no incorporen profundamente la necesidad de cambios estructurales de género en los modos de concebir el poder y en sus horizontes programáticos.
¿Cree que se puede ser feminista y de derecha?
Los feminismos son variados, pero uno de sus puntos de convergencia es la noción y convicción de que el logro de la igualdad de género supone una transformación radical en los cimientos de la vida social. Desde ahí que se trata de un cambio que va más allá de izquierdas o derechas. No se trata, como dijo un columnista -aludiendo a Carlos Peña-, de que un feminismo de derecha se ocupe de la agencia (de cambios concretos) y uno de izquierda (de cambios abstractos y académicos). Eso es una visión dualista que no da cuenta de que el feminismo ha sido desde siempre un sistema teórico y político que ha ido cambiando de acuerdo a los avances y retrocesos de su propia agencia y por ello, ha ido incorporando nuevas concepciones y expresiones de lucha política, sin dejar de lado sus argamasas fundamentales. Una de las características del feminismo es precisamente la diversidad y por ello la aceptación y respeto de las distintas estrategias para cimentar el camino a la igualdad de género.
¿Se puede estar en contra del aborto y ser feminista?
Yo creo que nadie está a favor del aborto en sí mismo, sino a favor de que cuando las mujeres lo decidan tengan soberanía sobre ello y no sean juzgadas. Ese es uno de los postulados de los movimientos feministas históricos y contemporáneos sobre el cual se ha escrito y luchado desde años, sobre todo en América Latina.
¿Cómo ve las diferencias de aproximación de las distintas generaciones al feminismo?
Hoy día podríamos decir que, a través de un siglo, muchos de los postulados y luchas de los movimientos de mujeres y feministas han permeado la cultura y lo que apreciamos es efecto de ello a nivel global y local. Existen variadas expresiones feministas, sean generacionales, étnicas, de clase, que están en el tinglado público. Sin duda las generacionales son las que toman el protagonismo por los efectos de las tomas universitarias; pero, será preciso ver en el tiempo cómo se asientan esos discursos y sus demandas.
¿Qué rol le corresponde a los hombres en este momento?