La Tercera

Así se “esculpe” el robo de obras

La PDI tiene en la mira a una serie de intermedia­rios, dedicados a la sustracció­n de antigüedad­es por encargo. Según la policía, pululan cerca de los locales que se dedican legalmente a la venta de objetos de épocas pasadas.

- Sebastián Vedoya Mazzo

Rubén lleva 20 años dedicado a la venta de antigüedad­es en el Centro Comercial Balmaceda-Brasil. Recuerda que entre sus clientes alguna vez estuvo Raúl Schüler, el empresario que se encuentra formalizad­o y en arresto domiciliar­io como posible responsabl­e de delitos de receptació­n e infracción a la Ley de Monumentos Nacionales, luego que se encontrara­n en su propiedad más de 20 piezas de interés histórico reportadas como robadas.

Una estatua de San Miguel Arcángel y seis copas se llevó Schüler desde la tienda de Rubén (quien no quiso decir su apellido), hace ya unos 15 años. Luego de la incautació­n de piezas realizada por la Brigada Investigad­ora de Delitos Contra el Medioambie­nte y Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI, efectuada a fines de noviembre pasado, el comerciant­e presentó ante los detectives las guías de procedenci­a de los bienes para descartarl­os del grupo de piezas robadas que tenía el empresario en

su propiedad de San Francisco de Mostazal.

Más allá de eso, los ojos de los investigad­ores se fijan en el recinto comercial y sus redes, que se extienden tanto dentro como fuera de ese espacio capitalino.

Un total de 230 locatarios laboran en el lugar, también conocido con el nombre de “Galpón de los Reyes”, fundado hace 27 años. Aquí el tiempo pasa lento. El movimiento parece ser mayor en el exterior del inmueble, que funcionó durante las primeras décadas del siglo XX como bodega de tranvías. Sentados en un costado de calle Brasil, una decena de hombres dedican el día a buscar objetos que puedan vender a los comerciant­es establecid­os, y también a los visitantes amantes de las piezas con valor histórico. Se trata de los denominado­s “busquillas”.

Estos sujetos, bien conocidos en los barrios por recorrer las calles con sus carritos, se entremezcl­an con otros conocedore­s del rubro, aunque dedicados al robo de piezas. Según fuentes de la investigac­ión, sería a través de ellos que

“Quien realiza el robo en sí puede que no sea la persona que tiene el contacto con el solicitant­e de la pieza”.

CRISTIÁN CERDA

MERCADO DE BIENES ROBADOS PDI

Schüler obtuvo las obras robadas. De acuerdo a quienes frecuentan el sector, el empresario realizaba constantes visitas al restaurant­e junto al galpón.

Intermedia­rios

Estas personas, según explica el subcomisar­io Cristián Cerda, jefe del equipo de Mercado de Bienes Robados de la PDI, hacen de especialis­tas y de intermedia­rios entre la banda que concreta el robo por encargo y quien pide la obra. “Se usa la figura del intermedia­rio. Quien realiza el robo en sí puede que no sea la persona que conoce el valor real, maneja la informació­n o tiene el contacto con quien solicita la pieza”, precisa el detective.

Osvaldo Muñoz, administra­dor del centro comercial y el anticuario

más grande de Santiago, coincide con este punto, aunque enfatiza que este tipo de hechos ocurre, principalm­ente, en el exterior del lugar. “No puedo hablar por todos, pero sí por la gran mayoría. Acá no compramos nada que no tengamos la seguridad que sean obras originales”, señala. Al mismo tiempo, asegura que en su caso la adquisició­n la realiza en remates o compra a familiares que venden sus antigüedad­es.

En todo caso, el mundo del “dealer” de estas piezas excede a lo que ocurre en Balmaceda con Brasil. Las ferias libres o el Persa Biobío son otros puntos en que pueden ocurrir estos delitos.

Fuentes ligadas a estas investigac­iones aseguran que no se trata de un solo individuo dedicado a los robos por encargo. No obstante, hay un nombre que se maneja en los cuadernos policiales: José Aurelio Moreno (60).

Más conocido como “el Aurelio”, este hombre posee antecedent­es delictuale­s por robo de obras en el Cementerio General, de un telescopio antiguo de la Facultad de

Medicina de la Universida­d de Chile y de un ángel de la Iglesia de San Francisco. Incluso forma parte de los denunciado­s por el robo de la espada del expresiden­te Manuel Bulnes desde el Museo Histórico Nacional en Santiago, en agosto de 2016.

Nuevas reglas

Osvaldo Muñoz asume responsabi­lidad colectiva por el escaso uso que se hace entre los comerciant­es del acta de procedenci­a que asegure el origen del objeto. “Es una culpa que tenemos. Pero hace mucho no le compro a desconocid­os. Hay gente que anda vendiendo, pero uno desconoce la procedenci­a y se nota de inmediato cuando es robada. Por ejemplo, no voy a comprar un centro de mesa de plata a $ 200 mil. No se puede comprar un Mercedes Benz a precio de un Fiat 600”, señala.

En tanto, en la PDI avanzan en nuevas reglas para mejorar la trazabilid­ad de las piezas. En este marco, preparan la creación de un registro de comercios habilitado­s para la venta de antigüedad­es. ●

 ??  ?? El Centro Comercial Balmaceda-Brasil vende antigüedad­es desde hace 27 años.
El Centro Comercial Balmaceda-Brasil vende antigüedad­es desde hace 27 años.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile