“RECURSOS PARA FERTILIZACIÓN IN VITRO”

SEÑOR DIRECTOR

En su carta publicada el jueves, los profesores Salas y Lecaros concuerdan con la nuestra en relación a que los recursos públicos para asignar en salud son limitados, pero no concuerdan con nuestra crítica a gastar esos escasos recursos en la extensión de cobertura de Fonasa a la fertilización in vitro. Señalan que nuestro reclamo es “éticamente problemático”, en cuanto desconoceríamos que la infertilidad es una enfermedad que afecta la calidad de vida de las personas, y en cuanto ausencia de esta prestación crearía inequidad entre las parejas que por razones económicas pueden optar y las que no pueden optar por esta técnica.

Nuestro planteamiento, sin embargo, se limita a recordar que, por mera lógica económica, asignar recursos a un determinado grupo implica dejar de asignarlos a otro. Y, ahora sí, por razones éticas (precisamente de equidad), postulamos que los escasos recursos deben dirigirse a necesidades vitales y de muchas más personas más vulnerables, que no tienen los medios que otros sí tienen para tratar sus patologías.

No desconocemos, tampoco, que la infertilidad es una enfermedad que hace sufrir a la pareja. Pero el costo que implica para el Estado la medida que se propone no es razonable desde el punto de vista poblacional. ¿Cuánto invierte el Estado en prevención de la infertilidad, por ejemplo, de esa que sabemos no debería ocurrir y sigue ocurriendo entre los más pobres? ¿Y el costo de implementar esta medida es acaso menor al costo de incentivar otras vías de resolución del legítimo anhelo de paternidad?

En definitiva, lo que realmente nos preocupa es la idea de sociedad que se está expresando a través de esta medida de Fonasa; una medida efectista, cara y que no soluciona las causas del problema. ¿Queremos, de verdad, defender a los más vulnerables o queremos una sociedad más libertaria y, por ende, más elitista?

Alejandra Carrasco Luca Valera Centro de Bioética PUC