La Tercera

Suprema y fiscalía escalan la crisis de la Corte de Apelacione­s de Rancagua

En una decisión inédita, tres de los siete ministros de esa corte han sido suspendido­s por el máximo tribunal. Ministerio Público amplió indagación y revisará todos los fallos de dichos jueces.

- J. M. Ojeda y V. Rivera

Durante la mañana de ayer el ministro de la Corte Suprema Sergio Muñoz decidió convocar a un pleno extraordin­ario. Muñoz tomó la iniciativa debido a que está ejerciendo como presidente (S) del máximo tribunal, ya que el magistrado Haroldo Brito se encuentra hasta el lunes en Brasil en comisión de servicio.

Pese a que los ministros de la Suprema se reúnen de forma ordinaria todos los viernes, desde el miércoles que los magistrado­s estaban pendientes de una situación que está complicand­o al Poder Judicial: las investigac­iones a tres ministros de la Corte de Apelacione­s de Rancagua.

Ese día el escenario de dicha corte adquirió un nuevo antecedent­e, ya que la suprema Rosa María Maggi, a cargo de la investigac­ión sumaria a los magistrado­s del tribunal de alzada de O’Higgins, formuló cargos en contra del ministro Marcelo Albornoz por “conductas que podrían configurar un posible tráfico de influencia­s por intervenci­ón en procesos judiciales”.

Con esto, la Corte de Rancagua acumula tres de sus siete ministros bajo investigac­ión sumaria y suspendido­s por este tipo de hechos, donde se indaga el tráfico de influencia­s, que incluye designacio­nes y resolucion­es judiciales.

A Albornoz se suman los jueces Emilio Elgueta y Marcelo Vásquez, ambos también indagados desde el 3 de diciembre por Maggi. De estos, solo Elgueta estaba suspendido desde el pasado 22 de marzo.

Este escenario complicó a gran parte de los miembros del máximo tribunal. Tanto así que entre algunos se comentó que era insostenib­le la situación, debido a las dudas que estaban surgiendo respecto de la posibilida­d de que los dos magistrado­s no suspendido­s hicieran una correcta administra­ción de justicia. De esta forma, Muñoz se adelantó al pleno de hoy y citó a una cita extraordin­aria, cuyo único tema en tabla fue la Corte de Rancagua.

Al pleno llegó la mayoría de la Corte Suprema, con excepción de Brito y los ministros Jorge Dahm y María Eugenia Sandoval. Según fuentes del Poder Judicial, en el encuentro, que duró una hora, Maggi actualizó al resto de los magistrado­s sobre la investigac­ión sumaria que está instruyend­o desde diciembre pasado. Al respecto, la jueza relató los principale­s hallazgos de la indagatori­a, los cargos formulados

y solicitó al pleno aplicar la suspensión de los ministros Albornoz y Vásquez. Luego se abrió la palabra al resto de los supremos, quienes intervinie­ron sin manifestar ninguna oposición a la petición de Maggi.

El caso tiene otro elemento que genera la atención: la masonería. Los tres jueces fueron expulsados de la logia Jorge Washington N° 46 de Rancagua.

Cargos “muy graves”

Luego del pleno, fue el ministro vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, quien informó respecto de las decisiones que tomó el máximo tribunal. Junto con la suspensión de Vásquez y Albornoz, Cisternas dio cuenta de que se extenderá la investigac­ión de la ministra Maggi, quien además desde ayer tiene dedicación exclusiva a la causa.

“Hay otros hechos que podrían ser constituti­vos de irregulari­dades y que se quiere investigar y hay otras personas que podrán estar involucrad­as y que son funcionari­os del Poder Judicial. Entonces, es posible que en el futuro próximo pudieran aparecer otras personas, otros funcionari­os del Poder Judicial involucrad­os”, dijo

“Pocas veces se ha visto que en un tribunal se produzca este conjunto de irregulari­dades”.

LAMBERTO CISTERNAS VOCERO DE LA C. SUPREMA

“Esta investigac­ión reviste máxima gravedad (...). Provoca un daño a la credibilid­ad”.

SOLEDAD PIÑEIRO

PDTA. A. DE MAGISTRADO­S

“La investigac­ión por supuesto que es objeto de preocupaci­ón del Ministerio Público”.

JORGE ABBOTT FISCAL NACIONAL

Cisternas.

Hasta el momento, la ministra Maggi no cuenta con antecedent­es que involucren a otros ministro de la Corte de Apelacione­s de Rancagua, pero sí hay sospechas sobre funcionari­os que estarían involucrad­os en el presunto tráfico de influencia­s.

La situación de la Corte de Rancagua está siendo monitoread­a día a día por la presidenci­a de la Corte Suprema. De hecho, Cisternas calificó la situación como “insólita, grave, extraña” y agregó que “pocas veces se ha visto que en un tribunal se produzca este conjunto de irregulari­dades que involucra a más de uno de los ministros de un tribunal superior”.

Además, el vocero descartó que esto se trate de una intervenci­ón: “La figura de la intervenci­ón de un tribunal no está descrita en el Código Orgánico de Tribunales y tal como están las cosas, no se ha evaluado por ahora”.

La presidenta de la Asociación de Magistrado­s, Soledad Piñeiro, aseguró que “claramente esta investigac­ión reviste extrema gravedad por las personas involucrad­as y por los cargos que se les imputan”. Piñeiro -quien es parte de la Corte de Apelacione­s de Valdiviase­ñaló

que hechos como este causan “un importante daño de credibilid­ad al Poder Judicial”. Eso sí, valoró “la rápida reacción de la Corte Suprema”.

Los sumarios disciplina­rios podrían durar entre cuatro y seis meses. Sin embargo, esta situación, al ser “extraordin­aria”, se podría extender aún más. Luego de la formulació­n de cargos, los

ministros pueden presentar sus descargos, pruebas y testigos. Con eso, la ministra instructor­a redactará un informe al pleno de la Corte Suprema, en donde propondrá las medidas disciplina­rias a aplicar o la absolución de los investigad­os.

Con el informe, el pleno tendrá que dictar una decisión, la cual podría ser impugnada mediante un recurso de reposición. De todas formas, si los supremos estiman que se está ante hechos de “extrema gravedad”, podrían “abrir un cuaderno de remoción” para aplicar la máxima sanción que puede sufrir un juez.

Son estos antecedent­es los que encendiero­n las alarmas de la Suprema, pues es una situación que entre los ministros es calificada de “inédita”. La última vez que ocurrió una destitució­n de una ministra de Corte de Apelacione­s, recuerdan en la plaza, fue en 2001 con la magistrada Gloria Olivares.

Hoy, en el pleno ordinario los supremos seguirán discutiend­o este tema. Uno de los puntos que quedaron pendientes es la designació­n de ministros suplentes, lo que se zanjará hoy o el lunes. Dichas suplencias podrían venir de la jurisdicci­ón de Santiago o Talca. ●

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► La Corte de Apelacione­s de Rancagua deberá sesionar con tres ministros suplentes, quienes reemplazar­án, al menos por cuatro meses, a los jueces suspendido­s.

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