Un poema en la cárcel
El músico de rock Bob Geldof, más reconocido por organizar el Live Aid en 1985 que por sus canciones, dice que la salida de Reino Unido de la Unión Europea será como “una prisión cultural”. Algunos se lo toman con ironía sugiriendo la posibilidad de una explosión creativa. El destartalado Pete Doherty de The Libertines vaticina beneficios ante la eventual crisis. “Verán la diferencia entre escribir un poema en la cárcel y escribir un
poema en una casa de campo junto a un lago”. Tiene sentido. Si el hedonismo y la comodidad reinante en el Primer Mundo es responsable del pop anodino de hoy, un poco de turbulencias no vendría mal.
Las medallas de la corona a The Beatles no eran precisamente porque en Buckingham fueran fanáticos de sus discos, sino por los considerables aportes a las arcas del imperio. Desde entonces la música es un área relevante de la economía junto a otras ramas del espectáculo como el cine y la televisión. En 2018 la industria musical británica avaluada en 4.400 millones de libras creció a un saludable 8,9%. Pero la British Phonographic Industry ya advirtió la dificultad de mantener cifras alegres si quedan fuera de la UE.
“Podría ponerse en riesgo si un Brexit difícil perjudica la confianza del consumidor o el gobierno no se asegura de que todas las plataformas que usan música paguen de manera justa”, dijo el mandamás Geoff Taylor.
El proceso también involucra un enfrentamiento generacional -los viejos votaron por el retirotrasladado a estrellas musicales de distintas edades. El príncipe pop Ed Sheeran (28) está en contra, mientras Roger Daltrey (75) de The Who cuestiona los efectos en las giras ”¡como si no hubiéramos girado por Europa antes de la puta Unión Europea!”.
Poco empático, Roger olvida que para una banda como la suya, multimillonaria, no representa el mismo esfuerzo que para un artista abrirse paso entre países que antes te dejaban circular libremente.
No sólo resulta probable que los costos de los tours aumenten y se compliquen los derechos entre otras consecuencias, sino que se avecina un forado en los millonarios aportes entregados por la Unión Europea para arte y entretenimiento. Según el Arts Council England, organismo público que desde 2016 analiza los eventuales efectos del Brexit en el sector, la incertidumbre es total en la masa laboral.
Escribir un poema en la cárcel resuena épico e inspirador pero no parece rentable ni razonable.