DESCONTAMINANDO EL DEBATE TRIBUTARIO
SEÑOR DIRECTOR
El editorial “Consignas que contaminan el debate tributario” (31/03/19) esgrime dos afirmaciones incorrectas.
Falso: la oposición defiende un concepto errado de progresividad que lleva a mayores impuestos al capital y menores salarios. Verdadero: progresividad es el grado en que el impuesto promedio sube con el ingreso; condicionarla al comportamiento de salarios es errado.
Falso: mayores impuestos al capital implican menores ingresos, “una verdad de las finanzas públicas”. Verdadero: el FMI (cuyos economistas parecen desconocer esa verdad) dice que una buena conducción fiscal se explica mediante un conjunto de herramientas, y que la progresividad tributaria junto al gasto en educación y salud son las principales herramientas para combatir la desigualdad (que, además, frena el desarrollo económico y social de los países).
El FMI respalda sistemas con mayores tasas de impuestos a los más ricos, pues las ganancias por redistribución superan los costos de eficiencia. Según OCDE, Chile tiene una carga tributaria bajo promedio, y holgura para subir impuestos corporativos sin afectar la inversión.
Para lograr un sistema más progresivo se debe desintegrar el sistema tributario, no al revés. ¿Por qué el gobierno defiende un sistema tributario que no está validado empírica ni teóricamente? Simple: los más ricos no quieren pagar los impuestos que les corresponden y el gobierno defiende sus intereses.
La invitación es una: seriedad en los argumentos y transparencia en los datos. Así se prueba que una reforma es buena. Marcelo Belmar, Fernando Carmona, Fabián Duarte, Hernán Frigolett
En representación del equipo técnico de oposición