Para un gran acuerdo de la Reforma Tributaria
Hoy se discute de forma amplia -dentro de las distintas posiciones políticas del país- el aprobar o no la idea de legislar la Reforma Tributaria presentada por el gobierno de Sebastián Piñera. Por eso, es necesario precisar algunos de los principios y objetivos que deben inspirar toda reforma y que determinarán la conveniencia misma para el país. En efecto, desde el inicio fuimos claros en precisar cuáles eran estas condiciones:
1- No reducir la recaudación fiscal permanente, a objeto de no debilitar la capacidad del Estado en la prestación de los servicios ciudadanos y el financiamiento de los programas sociales; 2- No afectar la progresividad del sistema tributario (esto es, velar porque la mayor carga la tengan quienes poseen y obtienen mayores ingresos); 3- No debilitar la institucionalidad fiscalizadora, potenciando sus atribuciones y capacidades técnicas, para perseguir e impedir la elusión y la evasión tributaria; y, 4- Incorporar medidas que impacten positivamente en el crecimiento económico del país, ahorro, inversión y desarrollo de la investigación científica y tecnológica.
Del mismo modo, también nos plantemos dos objetivos en el marco de este debate: 1- Aliviar la carga a la clase media, especialmente a los adultos mayores; y, 2- Lograr más recursos para las comunas y regiones de nuestro país.
Teniendo presente lo anterior, nos abocamos al estudio del mencionado proyecto y, como DC, presentamos al gobierno y a las autoridades de Hacienda un informe de más de 140 páginas, en donde hicimos los análisis técnicos respectivos y las propuestas y alternativas del caso. Ello, con la finalidad de lograr acuerdos y consensos necesarios sobre las materias en discusión, dentro de las cuales estaban que la Reforma Tributaria fuese un vehículo de desarrollo económico y lograra el financiamiento para los distintos programas sociales necesarios para el país.
Sin embargo, y no obstante los esfuerzos realizados y avances concretos, especialmente en lo que dice relación con la simplificación tributaria para las Pymes, recursos para inversión regional, disminución de contribuciones de las viviendas de adultos mayores de clase media, y algunos incentivos a la inversión, aún no vemos una respuesta ni reacción contundente de las autoridades respecto a la necesaria garantía de recaudación, la justa progresividad y evitar espacios para la elusión y evasión tributaria.
Al contrario, comprobamos que se mantienen notorias debilidades respecto de lo que se dice que se quiere alcanzar, en especial la debilidad de instrumentos de incentivo a la inversión, al ahorro, a la investigación, con miras al crecimiento económico del país; siendo más bien un conjunto de normas que giran en torno a la reintegración del sistema, con un claro beneficio económico para un sector de élite, que no representa a más del 1% del país.
A su vez, tampoco vemos una normativa definida respecto del combate a la evasión y la elusión, dotando a los entes fiscalizadores para dicho efecto, sino que, por el contrario, fijan normas en sentido opuesto que lo debilitan.
Todas estas situaciones precedentemente indicadas se las hemos hecho ver al gobierno, a objeto de que modifique, complemente y rectifique. Aún estamos a la espera de una respuesta clara, que nos acerque definitivamente a los principios y objetivos que todos decimos compartir.
Reiteramos nuestro compromiso con el diálogo y la búsqueda de acuerdos buenos para Chile. Tenemos la oportunidad de alcanzar un gran pacto social tributario por los próximos 10 años. Chile lo merece; Chile así lo necesita.
Se mantienen debilidades respecto de lo que se dice que se quiere alcanzar.