Otra victoria para el Barrio Yungay
Los vecinos de esta zona típica han luchado por más de 14 años para conservar la vida de barrio. Ayer, en su aniversario 180, se publicó el decreto que eleva a 230 las hectáreas bajo protección patrimonial.
Asolo ocho cuadras de Alameda, los transeúntes que pasean por el histórico Barrio Yungay pueden tener la sensación de que el tiempo se detuvo hace 30 o 40 años. Calles de adoquines, añosas casonas, clásicos balcones, barberías y zapaterías. Se trata de un antiguo barrio residencial en el que no hay edificios de más de cinco pisos y que ha logrado mantener su estampa gracias a la lucha de los vecinos por conservar la esencia del lugar que los vio crecer.
Amalia Elgueta (86) ha residido toda su vida en el barrio. Nació en Martínez de Rozas con Matucana y hace 50 años su hogar está en Bulnes con Huérfanos. Ayer fue un día especial para ella y todos sus vecinos, pues se conmemoró el aniversario 180 desde la creación del que es considerado como el primer “barrio planificado” de
Santiago. Ese día de 1839, el entonces Presidente José Joaquín Prieto firmó el decreto que llevó a su construcción, poco después del fin de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. Y como homenaje a la victoria militar, lo bautizó en homenaje a la batalla decisiva que se libró en Yungay, Perú.
Amalia Elgueta recuerda que su padre tenía un taxi con paradero en la plaza, donde ella jugaba de niña. Ella celebra que pese a los años que han pasado, el barrio ha logrado conservar de alguna manera su ambiente tradicional. “La misma gente y los familiares muchas veces han vuelto a vivir acá, porque uno añora el barrio donde nació”, describe. Al mismo tiempo, cree positivo que si bien se han elevado en el sector algunas construcciones modernas, están ausentes los edificios de gran altura que se observan en otras sectores de la capital.
Como es su costumbre, durante la tarde Amalia visitó la reparadora de calzados “Su Artesano”, que tiene sede desde hace 38 años en Libertad con Rosas, una de las esquinas de la plaza. “Vengo porque estoy acostumbrada. Aquí trabajan bien, y cuando eso pasa uno no puede cambiarse”, asegura.
La zapatería pertenece a Adriana Oyarzún (60), quien trabaja allí desde hace décadas con su marido. “Es la reparadora histórica del barrio. Todos la conocen y hacemos trabajos para todo Chile. Hasta Don Francisco arregla su calzado con nosotros”, asegura. De hecho, fotos de la pareja junto al célebre animador lucen en una vitrina situada en un lugar de honor del local.
Según Oyarzún, el hombre de TV los ha visitado en dos oportunidades y el chofer de Mario Kreutzberger suele llevar su calzado a reparar hace más de diez años. “Son muy elegantes y caros. Todos modelos italianos”, describe.
Regalo de aniversario
Desde 2009 que una parte del Barrio Yungay es considerada como Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). Ayer, cuando cumplió sus 180 años de existencia, se publicó en el Diario Oficial el decreto que define la ampliación del perímetro de protección, que pasa de 113 a 230 hectáreas bajo resguardo patrimonial. La solicitud había sido presentada en 2016 por vecinos del sector, que se organizan hace más de 14 años para conservar este espacio urbano.
José Osorio, presidente de la junta de vecinos, con megáfono en mano, lideró una caminata de cinco cuadras desde la sede de la organización hasta la Plaza Yungay. Participó en ella la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés. y el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, quienes ante la presencia de vecinos y dirigentes firmaron el decreto, a pocos metros del Monumento al Roto Chileno, obra de Virginio Arias erigida en recuerdo de los héroes anónimos que participaron en la batalla de Yungay.
El decreto “es una demostración del esfuerzo, de la voluntad y de la convicción de los propios vecinos por apreciar, valorar y querer conservar este espacio de vida ciudadana que se llena de testimonios históricos y sociales. Eso hay que respetarlo y protegerlo para las futuras generaciones”, declara la ministra Valdés.
Los vecinos, en tanto, consideran que la tarea aún no está terminada. “Nos faltan algunas zonas de la parte norte que aún están pendientes, pero avanzaremos en los próximos meses con las solicitudes para que se integren como Zona Típica”, asegura Osorio.