Rentabilidad de distribuidoras eléctricas
La reforma de distribución eléctrica, que planea ingresar en los próximos meses el Ministerio de Energía, busca introducir modificaciones a un modelo que data de 1982 y que no ha registrado mayores cambios relevantes. Uno de los ejes de esta reforma sería liberar el negocio de comercialización, creando una figura que hoy no existe en la normativa. También se modificará la rentabilidad de las distribuidoras, fijada en 10% desde hace más de 37 años.
En Chile, el mercado de distribución opera como un monopolio regulado. Para tarificarlo se establece una empresa modelo ficticia con altos atributos de eficiencia, remunerada a través del Valor Agregado de Distribución (VAD). Este indicador se modifica cada cuatro años e incluye la inversión y gestión de las energéticas. La rentabilidad podría quedar entre 6% y 7%, según diferentes estimaciones realizadas por expertos de la industria.
Esta iniciativa del gobierno avanza en el sentido
correcto, pues a modo de referencia, la tasa de los bonos del Tesoro pasó de 7% a menos del 2%, producto en gran parte por un factor estructural. Entonces, la tasa libre de riesgo en el mercado es otra, situación que debe ser actualizada.
Otro argumento a favor para avanzar por este camino es la diferencia que existe hoy con otros mercados regulados a los cuales ya se les ajustó a la baja el retorno. De hecho, ya en 2016 se disminuyó la rentabilidad establecida para el mercado de transmisión, así como también en el mercado de distribución de gas natural.
Un aspecto que debería considerarse en este proyecto sería revisar también el modelo de empresa eficiente -a través del cual se determina la tarifa-, con el objetivo de analizar si efectivamente los parámetros utilizados para su construcción continúan vigentes. En caso de proceder a esa modificación, se deberá tener en consideración que cualquier cambio debe regir hacia delante, una vez concluidos los actuales parámetros.