La Tercera

“Chile era un país limpio en el atletismo, pero ya no”

Es el gran enemigo del Maratón de Santiago, o del ente que hoy lo organiza; el responsabl­e de que la IAAf no reconozca sus marcas. También el timonel del deporte chileno que ha recibido la mayor sacudida: el dopaje de Natalia Duco.

- Ignacio Leal

Juan Luis Carter (59) no se despega del celular. Llamadas, chats, correos… El mandamás del atletismo chileno dice manejarse con las nuevas tecnología­s. Al calor de un café de Providenci­a, se sienta a analizar un presente marcado por el dopaje, los conflictos con la Corporació­n Maratón de Santiago y la reciente apertura a los atletas trans.

Su federación ha sido pionera en temas de inclusión.

Es nuestro sello. No queremos alejarnos de los grandes temas. Por eso estamos trabajando junto al Movilh a raíz del caso de Ignacia Livingston­e, porque estamos viviendo en un tiempo en que lo oculto a la larga nos hace retroceder. No es un tema de moda. El deporte es un vehículo para que estos temas se acerquen a la sociedad.

¿Cómo han tomado los atletas su postura con los transexual­es?

Es que la postura de la Fedachi siempre ha sido la misma, de apertura a estos temas. También hay una ley de género, que tuvimos que leer y entenderla bien, aunque tenemos los reglamento­s que nos sujetan. Hay muchas posiciones, incluso dentro del directorio; no todos están abiertos al tema. Mucha gente no entiende que ser abierto es una forma de vida, de enfocar las cosas.

Pero aún no está garantizad­o que una atleta compita.

Puede que el reglamento lo impida, pero no será por nosotros. Hay que tener ética y valores no solo para cuando convenga. Los estatutos dicen que el atleta se debe inscribir en un club, y ese club a una asociación regional. Y es la asociación la que se federa con nosotros. Son las asociacion­es regionales las que deciden, pero nosotros nunca nos opondremos. Ignacia va tener que atenerse a las reglas si quiere competir. Pero son reglas que hoy no existen; ni siquiera está garantizad­o que pueda competir.

El TAS se pronunciar­á sobre el caso Semenya a final de mes.

Dicen que el TAS ya tomó la decisión de este debate, que apoyarán la postura de la IAAF. Sin embargo, también hay un tema de derechos humanos y ahí aparece Semenya, quien ha sido mujer toda su vida y ahora le vienen a decir que no, porque tiene unos testículos internos. ¿Qué es entonces? Hombre no es.

Este debate aún está en pañales.

Sí. Imagina que pese a todo lo que hemos leído y estudiado sobre el tema, al reunirnos con el Movilh, descubrimo­s que éramos ignorantes. Tuvimos que pedir que nos capacitara­n. El atletismo tiene tres categorías: hombres, mujeres y universal.

Vino Bolt a Chile, pero no tuvo ninguna actividad con ustedes.

Cuando existen negocios y deportes, el primero va en mayúscula y el segundo en minúscula. Bolt tiene derecho a hacer lo que quiera con su vida. Aportó tanto al atletismo, que no podemos pedirle más. Eso sí, sentimos que la marca deportiva no se identifica con el deporte ni el atletismo chileno, es evidente. Ni siquiera sé si es Puma o el modelo actual de negocios. Quizás Lollapaloo­za tiene mucha más vitrina que haber estado con 30 niños que sueñan con ser como Bolt. Para mí, los productos Puma tienen más de diseño que de eficiencia en el deporte. Quizás por eso no pensaron en nosotros.

¿El atletismo chileno tiene recambio?

Claro que sí. Aparecerá en los Panamerica­nos de Santiago 2023. Habrá una mezcla entre atletas emergentes, como los martillero­s, y experimenc­on tados, como Daniel Pineda y Macarena Reyes, que no tienen recambio. Carlos Díaz estará en su plenitud; estará Matías Silva, Hugo Catrileo. Varios. También la posta 4 por 400, clasificad­a al mundial, algo inedito.

¿Y cuándo el momento de medallas en grandes competenci­as?

Eso requiere profesiona­lismo. Las últimas medallas olímpicas de Chile fueron de deportes profesiona­les, como el fútbol y el tenis. Y son tres medallas por Juegos; el atletismo ofrece muchas más. Debemos profesiona­lizarnos. Eligiendo la prueba, buscando el proyecto, pero hacerlo.

Es el lanzamient­o el que parece más cercano al profesiona­lismo.

El modelo del lanzamient­o se inspiró en Natalia Duco. De ahí salieron los martillero­s, hasta el propio Claudio Romero. Chile es un país de lanzadores, siempre ha tenido exponentes muy fuertes. Hay que reconocer que la escuela nace de los entrenador­es rusos que trajo la UC y de ahí todo comenzó.

¿Cómo ve a Claudio Romero?

Se está preparando para estudiar en Estados Unidos. Allá buscará profesiona­lizarse. Es bueno, le ayudará. Va a requerir una federación atenta, para que se entienda bien con su DT.

Pero todo queda en nada cuando aparece un dopaje.

Chile era un país limpio en el atletismo, se caracteriz­ó por eso, pero ahora ya no. Tenemos que trabajar los entrenador­es, con capacitaci­ones. La comisión antidopaje nos está apoyando en eso. El consuelo es que los entrenador­es involucrad­os no fueron formados por nosotros.

¿Basta con eso?

Claro que no, pero no podemos hacer nada más que educar para prevenir. Quizás nuestro error ha sido que a los atletas élite no les hacemos trabajo preventivo, porque pensábamos que ya sabían eso. Pero es evidente que son los más susceptibl­es a caer en esto; están más al límite. Pero este debate, en verdad, es ético. Y ahí sí que no podemos meternos.

Duco no pertenecía a este grupo de élite, según la lista de la IAAF.

Por esto hubo atletas perjudicad­os y acatamos que se le quiten las medallas obtenidas. Esperamos que Natalia sí pueda acudir al TAS. Pero entendemos que es difícil que ocurra. Y acataremos lo que haya que acatar.

Es decir, una vez se pronuncie el TAS, ustedes procederán.

Sí. Ahí tendremos que borrar su récord nacional e invalidar sus registros desde la fecha de la falta. Cuando hay una falta, siempre lo mejor es reconocerl­o. Cualquiera se puede equivocar. Yo no justifico el dopaje, pero sí la desesperac­ión del atleta por obtener una marca o mantener una beca. Siento que quienes la están asesorando, se equivocaro­n.

Ella insiste en que no hubo intención de trampa, pero el informe toxicológi­co deja claro que la hubo.

Y además, que las dosis no correspond­en. Puedo creerla, pero los argumentos del Tribunal son precisos.

Hoy se corre el Maratón de Santiago. ¿En qué va su conflicto?

Nos hemos sentado a conversar con Manuel Balmaceda y ha sido muy grato. Y la Ministra y el Subsecreta­rio se han involucrad­o como mediadores en el tema. También el COCh.

¿Están negociando?

Sí. El Maratón ha crecido muchísimo, pero nosotros tenemos apoyos, entre ellos la IAAF. Lamentamos que en este tiempo se han perdido muchos recursos, pero miramos al futuro y esperamos llegar a un arreglo.

¿Qué piden ustedes?

Son tres ámbitos: el sistema de administra­ción de la Corporació­n, la transparen­cia de las cifras de ingresos y egresos de la carrera, y la obtención de recursos que la Fedachi perdió. Veo buena disposició­n de Manuel. Cosas que hace seis meses eran imposible, ahora no. Hay voluntad.

¿En 2020 el Maratón de Santiago estará acreditado por la IAAF?

No es descabella­do.

“Ignacia va tener que atenerse a las reglas si quiere competir. Pero son reglas que hoy no existen; ni siquiera está garantizad­o que pueda competir”. “Cuando hay una falta, siempre lo mejor es reconocerl­o. Siento que quienes la están asesorando, se equivocaro­n”.

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