TPP-11 Y LOS RIESGOS DE LA UNIFORMIDAD
SEÑOR DIRECTOR
Con su mejor intención, destacadas personalidades de la ex Concertación y ex Nueva Mayoría han suscrito cartas públicas al mundo parlamentario de oposición, para que aprueben el TPP11. La forma del mensaje llama la atención. En otras palabras: respaldar el TPP11 debiera ser visto como un acto patriótico, consecuente, leal con gobiernos con exitosos tratados de libre comercio; en sintonía con denodados esfuerzos para conseguir un puesto en la mesa del proyecto, junto a otras 10 poderosas naciones del mundo. No aprobarlo implicaría todo lo contrario: votar con Trump, atentar contra los intereses de la nación, inconsecuencia y ceguera, deslealtad con esfuerzos anteriores; una incomprensible actitud. Si se aprueba el TPP11 somos amigos. Si no, veremos. ¿No es un poco excesivo poner las cosas de esta manera?
El tratado puede ser interesante. Quienes lo han estudiado con detención y mirada crítica, tienen derecho no obstante a expresar una perspectiva distinta. En la democracia de un partido político, la diversidad de opiniones es un aspecto sagrado. Y nadie puede considerar que una postura, que se pretende uniforme y sin más apego que el reconocimiento de lo obrado, sea el único camino para validar la conducta de las personas, dirigentes, militantes o parlamentarios. Quienes se oponen a este tratado, a poco plazo de su debate en el Parlamento, nunca pueden ser sujeto de alguna forma de imposición sin un debate sustancial.
El TPP11 tiene luces y sombras. El punto esencial es establecer qué prevalece. Y en un partido político, esto representa un debate legítimo.
Domingo Namuncura Vicepresidente nacional del PPD