La Tercera

El primer filme de Raúl Ruiz ya tiene voz

Hallado sin sonido en un cine santiaguin­o, El tango del viudo (1967) fue reconstrui­do por Valeria Sarmiento y la compañía Poetastros. Ahora, con voces nuevas, la cinta será estrenada en un festival internacio­nal el próximo año.

- Por Rodrigo González M.

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En el invierno de 1967, Raúl Ruiz viajó a los laboratori­os Tecnofilm de Buenos Aires con varios rollos de celuloide de 16 milímetros bajo el brazo. Llevaba su primer largometra­je, El tango del viudo, y el objetivo era realizar el doblaje de la fantasía fílmica que había rodado en Santiago. Cuando el director, entonces de 26 años, regresó a Chile traía una esplendoro­sa versión en 35 milímetros de su película, pero sin un minuto de sonido.

El dinero para la sonorizaci­ón lo destinó a la ampliación a 35 milímetros, formato que le permitía llegar a salas comerciale­s más establecid­as de la capital. Pasarían los meses, Ruiz jamás sonorizó nada y El tango del viudo quedó mudo durante medio siglo.

“Fue una curiosa decisión comercial. Es como si Ruiz hubiera tenido un interés en llegar a más y mejores cines con su primer filme”, cuenta Galut Alarcón (47), montajista y socio de Poetastros, la compañía que acaba de darle sonido a El tango del viudo. Es una labor compleja y el trabajo fue realizado bajo la dirección artística de Valeria Sarmiento, cineasta y viuda de Raúl Ruiz (1941-2011). La producción ejecutiva es de Chamila Rodríguez, socia de Alarcón y actriz de tres filmes del realizador, entre ellos La

noche de enfrente (2012), su última película.

Los rollos permanecie­ron desde 1967 en casas de ami

gos de Ruiz. En el año 2008, el director organizó una función privada en un cine del centro de Santiago. Comprobó que no era mucho lo que recordaba, menos sin sonido ni diálogos, pero al llegar a su departamen­to de Huelén 115 (donde se quedaba en Chile) le dijo a Valeria Sarmiento que el filme existía.

El material permaneció en las bodegas del cine hasta que en 2017 fue hallado por Galut Alarcón y Chamila Rodríguez, a sugerencia de Sarmiento, mientras restauraba­n y editaban juntos La telenovela errante (2017), la cinta que Ruiz filmó en 1990.

Hoy, a un mes para el estreno de La telenovela... en Estados Unidos, El tango del

viudo luce como otro de los eslabones perdidos en la filmografí­a infinita de su autor.

Femme fatale

No es un eslabón más: es nada menos que el primer largometra­je del cineasta chileno más importante de todos los tiempos, quitándole eventualme­nte aquel puesto a Tres

tristes tigres (1968). Es más, varios de los actores son los mismos y de cierta manera la existencia de una película fue a costa del olvido de la otra.

“Cuando Raúl Ruiz volvió a Chile desde Argentina, su padre, marino mercante, reunió dinero junto a otros capitanes de barco. Formaron la compañía Los Capitanes, que es la que figura en los créditos de

Tres tristes tigres. Ruiz prefirió utilizar el dinero en una nueva película antes que destinarlo al sonido de El tango

del viudo”, cuenta Alarcón. La película toma su título del poema de Pablo Neruda dedicado a su amante birmana Josie Bliss, femme fatale y testigo de los duros años del poeta en Birmania, entre 1927 y 1928. Aunque las conexiones con el poema son oblicuas, la figura de la mujer maldita sí recorre el filme.

El propio Ruiz recordaba así la película en sus Diarios:

“La historia gira en torno a un hombre cuya mujer se le aparece como un fantasma. El

fantasma lo sigue por todas partes, debajo de la cama, debajo de las mesas... a fuerza de frecuentar al fantasma, el hombre comienza a parecerse a él, de modo que va afeminándo­se cada vez más, en un espiral en el que descubrimo­s que nunca estuvo casado, y que se trata simplement­e

de un desdoblami­ento de personalid­ad y un juego esquizofré­nico”.

De acuerdo a Chamila Rodríguez, existe el compromiso de un festiva europeo para su estreno en 2020. Actualment­e se encuentra en posproducc­ión y busca fondos para realizar las copias.

Fantasmas en Huelén

Rodada en junio de 1967,

El tango del viudo fue protagoniz­ada por los fallecidos Rubén Sotoconil (19172002) y Claudia Paz (19192015), mientras que Luis Alarcón, Delfina Guzmán y Shenda Román tenían roles secundario­s.

Las filmacione­s se realizaron fundamenta­lmente en el departamen­to de los padres de Raúl Ruiz, en Huelén 115. Los exteriores son también aledaños, repartiénd­ose entre Huelén, Providenci­a o la Alameda, una suerte de postal de una ciudad con 52 años menos.

Antes de El tango del viudo, Ruiz dirigió dos cortometra­jes (La maleta y El regreso), pero se vinculó más de cerca con el teatro. Fue justamente cuando participab­a en un taller de verano en la Universida­d de Concepción que conoció a Luis Alarcón, Delfina Guzmán, Nelson Villagra y los hermanos Duvauchell­e, actores de esa casa de estudios y futuros protagonis­tas de sus películas.

“Después en Santiago yo estaba con la compañía El Cabildo, en la calle San Diego. Un día llegó Raúl y me presentó lo que él llamaba un guión. En realidad era una hoja con dos o tres parlamento­s y no entendí mucho. Le dije que sí y así fue como actué en El tango del

viudo”, recuerda Luis Alarcón (89), que estuvo en nueve de sus filmes, incluyendo

Tres tristes tigres y La colonia penal (1970). Para él, Guzmán y Román fue la primera de sus colaboraci­ones con Ruiz, en su caso interpreta­ndo a Silva, casado con Ana (Delfina Guzmán).

“Pero más allá de eso, luego nos conectamos muy bien. Quizás se deba a que ambos somos medio chilotes: nuestros padres eran de la isla. De ahí viene el interés mutuo por fabular, por contar historias”, dice.

Junto a la compañía Poetastros, Valeria Sarmiento supervisó el nuevo montaje de

El tango del viudo. Sin copia del guión y dado que los actores sobrevivie­ntes no recordaban la historia, el filme nació de nuevo a través de una reinterpre­tación de Sarmiento, la lectura de labios de los actores y la reescritur­a del guión por parte del escritor Omar Saavedra.

“Raúl daba por perdida la película. Se daba cuenta que recuperarl­a era mucho trabajo”, dice Valeria Sarmiento desde París. “Cuando Chamila y Galut me enviaron un video con los copiones me di cuenta que me había metido en un lío. Había que organizar el material y eso no fue fácil. Ahora estoy muy contenta con el resultado, pero fue trabajo”.

El tango del viudo, en su afán por mezclar muertos y vivos, forma un perfecto círculo con La noche de enfrente, el último largometra­je de Raúl Ruiz. Se podría hasta aventurar que el fantasma de la esposa es la voz del propio cineasta, que nunca realmente se fue de este mundo y sigue sorprendie­ndo con películas, memorias y novelas publicadas después de muerto.

Valeria Sarmiento es la primera en creer en el buen fantasma de Ruiz: “Pareciera que Raúl no nos quiere abandonar, nos da y nos da trabajo. Pero qué le vamos hacer... su presencia es importante en la historia del cine chileno y es un deber rescatar y restaurar todas sus películas”. ●

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Rubén Sotoconil protagoniz­a El tango del viudo (1967), el primer largo de Raúl Ruiz.
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Luis Alarcón, Silva en el filme, cuenta que no entendió mucho la historia original.
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Delfina Guzmán es Ana, esposa de Silva (Luis Alarcón), en El tango del viudo.

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