Karadima deja el hogar San José de Lo Barnechea
El traslado a otro recinto ocurrió a fines de marzo. Se especula que se debió a motivos económicos.
A fines de marzo, quizás coincidentemente con el nombramiento de Celestino Aós como administrador apostólico del Arzobispado de Santiago, el exsacerdote Fernando Karadima (88) dejó el Hogar de Ancianos San José de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, donde vivía desde mayo de 2017. Allí, el exsacerdote estuvo recluido luego de su traslado desde el Convento de las Siervas de Jesús de la Caridad, de Providencia, donde residía a partir de la condena canónica en su contra que en 2011 dictó el Vaticano, por abusos.
Según el relato de uno de sus cercanos, cerca del lugar donde actualmente reside no habría parques, restaurantes, ni cines. Se trataría de un entorno muy diferente del de Lo Barnechea, que estaba cerca de tres establecimientos educacionales, edificios corporativos y otros servicios como gimnasios, restaurantes y un centro comercial. En su nuevo entorno solo se ven casas. Y quienes lo han visitado aseguran
que está lejos de cualquier lugar para pasear. Su actual habitación, de medidas aproximadas de tres por cuatro metros, posee una ventana que da al exterior, un camastro y un velador. No tiene televisión.
La noticia de la mudanza se notificó a pocas personas y se especula que fue por motivos económicos. Quienes han compartido con el exreligioso aseguran que consigue con dificultad el dinero para medicamentos, exámenes y movilización. Sin embargo, dicen que no se queja.
Su médico personal desde hace más de 30 años, Santiago Soto, lo visita cada tres semanas. De su rutina, afirmó que “sé que él reza mucho, que está frente al Sagrario cuatro horas al día, dos horas en la mañana y dos horas en la noche, aunque a veces también en la tarde, eso me ha dicho él”.
Sobre el momento en que el Papa Francisco lo dimitió del estado clerical, “por el bien de la Iglesia”, el 27 de septiembre pasado, el mismo facultativo cuenta que no hablaron sobre la medida, “pero él está muy triste por no poder hacer su misa, fíjate que era la única felicidad que tenía. Está muy a maltraer por no poder ejercer el oficio, para él es muy doloroso”.